Los pueblos introducen tímidamente la figura del hombre como representante aunque tienen que luchar contra las barreras sociales y la falta de implicación masculina
Las fiestas patronales no se entienden sin sus reinas, damas o majas, siempre en femenino. Un papel en muchos casos de mera figurante no acorde con la realidad de pleno siglo XXI y más en la actualidad, cuando el debate sobre el papel de la mujer en ciertos ámbitos está más vivo que nunca. Aunque en cada localidad tiene un origen, esta figura está muy ligada, en la época franquista (cuando las fiestas eran solo para unos pocos) a la presentación en sociedad de las jóvenes casaderas de las familias adineradas.
El hombre apenas está presente en las fiestas patronales y por el momento son ínfimos los pueblos que se atreven a cambiar la situación. De hecho, en los pocos que se ha introducido recientemente la figura del hombre con el mismo protagonismo que la mujer y en el que se realizan acciones en pro de la igualdad son municipios pequeños del territorio.
En los más grandes, gobernados tanto por partidos de izquierdas como de derechas, no se lo plantean. Aseguran que no existe el papel protagonista de varones por «tradición» y «arraigo», como señala la concejal de Festejos de Andorra, María Teresa Alquézar, o porque ni siquiera hay demanda por parte de los varones. «No hay cambio previsto en el horizonte cercano porque las reinas tienen ilusión por serlo y no hay reivindicación de los chicos» comenta Luis Carlos Marquesán, alcalde de Híjar.
En Alcañiz el grupo Ganar planteó en rueda de prensa la semana pasada que la ciudad realice una «reflexión» sobre la figura, en su opinión «machista y antigua», de las reinas y reclamaron que se amplíe también a los «hombres de todas las edades». No obstante, cuando IU gobernó no realizó ningún cambio sustancial en este aspecto aunque sí incluyó a más entidades como la Rumana. Desde el equipo de gobierno defienden el papel protagonista de las reinas y especifican que son las asociaciones, y no el Ayuntamiento, las que las escogen.
Por desgracia, el principal problema que se encuentran las localidades que están introduciendo cambios es derribar las barreras sociales y estereotipos que se siguen asignando a los chicos que dan el paso de querer representar a su pueblo.
Por ejemplo, en Caspe se ha llegado a intentar establecer la figura masculina pero ha habido que anularla por falta de participación. «Hace unos años se introdujeron hombres junto a las reinas pero costaba mucho encontrar voluntarios que estuvieran dispuestos», explica Pilar Mustieles, concejal de Festejos caspolina.
El cambio de Ariño
La otra cara de la moneda es Ariño donde la representación del pueblo recae en chicas y chicos por igual. Esta tarde, sus Majas y Majos saldrán en sus carrozas, en los próximos días participarán en la misa baturra y estarán en todos los actos en los que se requiera su presencia. El sábado fueron presentados en sociedad y, como a ellas, se les impuso la banda. Emocionado y con nervios estaba Antonio Carod. «Puede ser que se animen en otros pueblos, estaría muy bien. Cuando me lo dijeron me chocó pero me pareció buena idea y me hizo ilusión porque representas a tu pueblo». «Estoy contento porque se trata de representar a tu pueblo. Nos daba un poco de vergüenza pero lo hablamos entre los amigos y quedamos en que sí, en que sería algo bonito y que gustaría y creo que se ha conseguido», añadió José Ramón Sánchez, quien además habló en nombre de los Majos desde el escenario. Lo hizo junto a Alicia Soriano, la Maja Mayor. «Tenía ganas y para mí es un orgullo porque aquí he nacido», dijo. Valoró positivamente todos los cambios, tanto los referentes a la gala como la llegada de los chicos con los que «compartir todas las fiestas». En 2002 también hubo chicos en esta tarea y una representante de la tercera edad, pero ya no hubo continuidad. Ahora, esperan que sí la haya. «Un cambio en la representación del pueblo era necesario para reflejar la realidad, porque la juventud es representada por chicas y chicos y un tema tan sensible como la igualdad es muy importante», dijo el alcalde, Joaquín Noé.
Alcorisa, Chiprana y quizá La Puebla
Anteriormente la excepción se produjo en Alcorisa y Chiprana, donde tanto chicas como chicos interpretaron este papel. En el caso de Alcorisa el año pasado se creó la figura de los Representantes de la Juventud, si bien ya no existirá en las fiestas de 2018 a petición de los propios quintos, encargados de desempeñar este rol. «Como Ayuntamiento respetamos totalmente su decisión, aunque habrá agrupaciones como el Cachirulo o la Peña Taurina que sí tendrán sus representantes», destaca la alcaldesa, Julia Vicente. Por su parte, Chiprana contó varios años con Chipranescas y Chipranescos de Honor en una iniciativa que nació de los propios jóvenes aunque en 2018 solo habrá mujeres por falta de voluntarios. Sin embargo, el pregón sí que tiene un toque reivindicativo y social.
El Ayuntamiento ha elegido a la Asociación de la Mujer Chipranesca. Varias representantes de este colectivo, que supera las 100 integrantes, serán las encargadas de leer el pregón, que este año tratará sobre la igualdad, la integración, y por supuesto, el papel de la mujer en la sociedad y en el entorno rural. Será la mujer más veterana de la asociación, de más de 90 años, su presidenta, una mujer muy activa en la sociedad chipranesca, dos jóvenes, una de ellas legisladora y la otra educadora, y una representante de las extranjeras que viven en la zona, procedente de Rumanía.
Cabe destacar que en Azaila este año también se designó a la Asociación de Mujeres para pregonar las fiestas de Santa Ana y Santiago.
En el Matarraña es común que junto a las Reinas exista la figura de los Acompañantes para tratar de poner en valor también el papel masculino, algo que sucede en poblaciones como Valderrobres, Cretas o Calaceite. Uno de los municipios que se plantea incluir en el futuro próximo la figura masculina en sus fiestas es La Puebla de Híjar. «La gente en el pueblo ve con mucha normalidad que también haya representantes masculinos. Es algo que tarde o temprano tiene que llegar porque hay que avanzar hacia la igualdad», explica el alcalde, Pedro Bello.
Majos en Lécera desde 2002
Pese a que en el Bajo Aragón Histórico apenas hay experiencias anteriores, en algunos- muy pocos- municipios de Aragón la figura de los Majos está más que consolidada. Es el caso de Lécera, en la zaragozana comarca de Campo de Belchite, a escasos kilómetros de Albalate del Arzobispo. En la localidad, existen Majos de Fiestas desde el año 2002 cuando la comisión de festejos -formada por un grupo de peñas cada año-, decidió proponer que fueran chicos jóvenes quienes acompañaran a las tres Reinas a todos los actos y ejercieran como representantes de la juventud masculina del pueblo.
La elección de estos seis jóvenes en Lécera se realiza mediante un proceso de votación. Son los vecinos los que votan durante las fiestas mayo a las Reinas y Majos de ese año. Su presentación oficial es el último fin de semana de julio, previo a las fiestas patronales de Santo Domingo de Guzmán la primera semana de agosto.
Me parece un artículo muy interesante , espero q esto de las Majas se termine si queremos la igualdad. Buenas tardes
«Aunque en cada localidad tiene un origen, esta figura está muy ligada, en la época franquista (cuando las fiestas eran solo para unos pocos)…». Veo que no pueden evitar colar opiniones en lo que se supone que es un artículo de prensa. Si queréis experimentar lo que son unas fiestas para unos pocos os invito a ir a las fiestas de Carmena en Madrid o Colau en Barcelona: el grado de politización y manipulación es tremendo. Los pregones parecen mítines de lo políticamente correcto. El otro día en el pregón de Lavapies -barrio de Madrid- un mantero arremetió contra la policia municipal desde la tribuna de oradores. ¿Eso son fiestas para todos?