El Centro de Historias de la capital aragonesa acoge desde esta semana una exposición que trata de resumir y rendir homenaje a los 75 años de vida del Estudio Cañada. Llegado desde Oliete, Alejandro Cañada abría en 1945 en Zaragoza una academia dedicada a la pintura, al dibujo y al arte. Los tiempos han cambiado, pero este espacio se mantiene aún hoy abierto, ahora regentado por su hija y su nieto, Mariángeles Cañada y Carlos Carnicer Cañada. La saga de artistas se completa con la conocida Nati Cañada, que al igual que su familia, ha cultivado el retrato con maestría.
Durante estos 75 años numerosos han sido los artistas que han forjado su estilo propio entre las paredes del estudio, que ha mantenido sus valores y vocación académica en el tiempo y en el espacio. A la pregunta «¿qué hace único al Estudio Cañada?», Carlos Carnicer no duda: «La forma de enseñar. Hay gente que a la que le encanta y hay gente que, o no aguanta la disciplina, o no quiere pasar por ese esfuerzo. Lo comparo mucho a esos primeros talleres en los que el maestro enseñaba a los discípulos y donde a base de repetir y conocer la técnica finalmente se pueden interiorizar esas enseñanzas».
Preservar intacta la esencia del Estudio Cañada no ha resultado fácil. «Lo que tratamos de transmitir y desarrollar es el respeto por el oficio. Es lo que mi abuelo le enseñó a mi madre y lo que mi madre me enseñó a mí», sostiene Carnicer. No obstante es cierto que los años han cambiado. En estos momentos la academia cuenta con unos 40 alumnos, debido también a las restricciones y limitación de aforo a causa de la pandemia, que quedan lejos de los 150 a los que llegó a enseñar Alejandro Cañada. Esto pone de manifiesto también el hecho de que la sociedad parece haber dejado de lado ciertas manifestaciones artísticas. «La inquietud artística o el gusto por la pintura y el dibujo es algo por lo que debemos luchar como sociedad, para conseguir así inculcar estos valores. Creo que esta exposición sirve para esto», concluye Carnicer.
La exposición, que abarca gran parte de la obra de Alejandro Cañada, cuenta también con cuadros de algunos de sus discípulos más conocidos, y se completa con una recreación de su estudio y la proyección de un documental en el que Oliete está bien representando. Esta muestra, que en la práctica es todo un «homenaje a su forma de enseñar», se inauguró en la mañana de este martes con la presencia de parte de la familia Cañada, puesto que las restricciones frente al covid-19 impidieron que pudieran asistir todos.
Por el momento y teniendo en cuenta que el confinamiento perimetral de las tres provincias aragonesas, que se suma al de Zaragoza, los vecinos del territorio deberán de esperar para visitarla. No obstante estará disponible hasta el 10 de enero, lo que ofrece un holgado margen temporal para que cuando la situación mejore en la Comunidad Autónoma las personas interesadas puedan acercarse a disfrutar de este especial aniversario.