Se cumplen 75 años desde que la cofradía de Jesús Atado a la Columna adquirió la figura del «Melero», que hoy sigue procesionando
La Semana Santa de 2019 será más especial que de costumbre para los más de 100 miembros de la cofradía de Jesús Atado a la Columna. Este año se celebra el 75 aniversario de la adquisición de la nueva figura del «Melero», como se le conoce popularmente, lo que convierte a la cofradía en una de las más antiguas de Andorra. «Desde que se compró, en 1944, la imagen no ha faltado nunca en las procesiones», explica el secretario, Raimundo Abellán.
El «Melero» ha ido evolucionando con el paso del tiempo. En un primer momento solo se adquirió el Cristo, que por entonces se llevaba a hombros, pero en los 60 se compraron dos figuras más que se mantienen a día de hoy: un sayón y un soldado romano que flagelan a Jesús. Además, con motivo de esta renovación el paso en su conjunto comenzó a llevarse en una peana con ruedas.
La llegada de las dos nuevas figuras también trajo consigo cambios en la indumentaria: de las túnicas negras con tercerol que se vestían inicialmente se pasó, nadie sabe muy bien por qué, al blanco y al rojo. «Quizá se eligieron esos colores fijándose en cofradías de Zaragoza», apunta Raimundo Abellán, que insiste en que el origen exacto se desconoce.
¿De dónde viene el nombre 'Melero'?
De esta cofradía destaca su apelativo popular, el «Melero». En muchos pueblos hay peanas que representan la imagen de Jesús Atado a la Columna, pero esta acepción que suena tan extraña para los foráneos es particular de Andorra y se relaciona con la forma de la columna. «Tiene un gran parecido a los vasos de corcho que había antiguamente para recoger la miel, y además muchos miembros de las familias originarias se dedicaban a la apicultura; de ahí viene el nombre», explica Abellán.
Cabe destacar que los orígenes de la figura se remontan a mediados del siglo XIX, en torno a 1830 según los más mayores del lugar. «Los abuelos recuerdan que la imagen entonces era de piedra y se escondió en un armario empotrado durante la Primera Guerra Carlista para que no la destruyeran», rememora el secretario de la cofradía. Sin embargo, 100 años más tarde la Guerra Civil arrasó con todo y la figura se quemó.
Quienes quieran conocer más a fondo esta cofradía están de enhorabuena, ya que con motivo del aniversario se ha organizado una exposición fotográfica que recopila toda la historia del «Melero». Está ubicada en el salón de la estación de autobuses durante la Semana Santa y albergará más de 80 imágenes.