La magistrada del Juzgado de lo Penal de Teruel ha absuelto a los cuatros acusados -tres mujeres y un hombre- de haber publicado en las redes sociales mensajes ofensivos hacia la Guardia Civil tras el crimen de Igor el Ruso, pese a considerar que los hechos que se les imputan ciertamente existieron. Sin embargo, defiende que «no es posible realizar una calificación de los mismos» y reconoce que aunque se aprecia un «claro carácter ofensivo e injurioso», no existen los requisitos fundamentales para su tipificación penal.
La sentencia considera que «la carga vejatoria e insultante de los mensajes emitidos no deja lugar a dudas», sin embargo concluye que «no cabe cometer delito de injurias contra personas fallecidas». Aclara el fallo que no se puede lesionar el honor de un fallecido, «aunque indirectamente pueda afectar a familiares».
El mismo argumento esgrime la sentencia para descartar que haya habido un daño a la integridad moral de los dos agentes fallecidos. La sentencia señala que los tuits lanzados por los acusados desprecian el dolor de los familiares de las víctimas, pues lejos de mostrar sus condolencias por la muerte violenta de los agentes, transmiten su alegría por el triste suceso. «Ahora bien -dice el texto-, de esta actitud sin duda dañina no deriva una sensación de envilecimiento o de humillación, vejación o indignidad».
Tampoco ve la sentencia un delito de odio, al entender que este tipo penal protege a determinados colectivos en los que no se incluyen los cuerpos y fuerzas de seguridad.
El fallo indica también que, aunque la exteriorización de manifestaciones verbales debe dejar un amplio espacio a la libertad de información y expresión, los mensajes lanzados por los acusados no quedan amparados bajo el paraguas de la libertad de expresión. Sin embargo, la sentencia estima que aún cuando se aprecia claro carácter ofensivo, «el resultado adolece de la falta de gravedad necesaria para su tipificación».
Los comentarios fueron colgados en Facebook y Twitter a las pocas horas de que se conociera, el 14 de diciembre de 2017, que los dos agentes del cuerpo armado Víctor Romero y Víctor Manuel Caballero y el ganadero José Luis Iranzo habían sido asesinados en Andorra por el exmilitar serbio Igor el Ruso. Los procesados se enfrentaban a peticiones de penas de hasta 4 años de prisión, multas de casi 11.000 euros e indemnizaciones a cada familiar de los agentes fallecidos de hasta 7.000 euros. Los abogados defensores de los 4 imputados pedían, por contra, la libre absolución al estimar que el contenido de esos mensajes no apunta a tales delitos.
La AEGC prepara el recurso ante la Audiencia de Teruel
La sentencia ha caído como un jarro de agua fría en las familias de los agentes. El abogado de la AEGC que representa a la viuda y la hija del Guardia Civil asesinado Víctor Romero, Jorge Piedrafita, ya ha adelantado que va a presentar un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Teruel.
El letrado ha asegurado que «respeta» la sentencia pero no la comparte. «Decir que los hechos son graves pero no tanto como para incurrir en delito de injurias nos parece contrario a derecho. Entendemos de que además de que hay que proteger los derechos de las familias, tenemos que evitar que se siente un precedente muy peligroso, que es que cada vez que un agente de la Guardia Civil sea herido o caiga en un acto de servicio cualquier persona pueda pensar que puede decir lo que le de absolutamente la gana en redes y no pase nada«, ha defiende.
Contenido de los mensajes
María Planas, una joven de Zuera de 18 años, publicó: «Matan a un nazi en Zaragoza y a dos guardias civiles en Teruel… si es que últimamente todos son buenas noticias en Aragón» . De inmediato consignó otro diciendo: «espero no ir a la cárcel por esto». Debido a los mensajes de recriminación remitidos por otros usuarios de la red, la acusada privatizó su cuenta y al día siguiente, 15 de diciembre, volvió a hacer público su perfil para emitir un tuit de disculpa.
Felip Segura, vecino de Olesa de Montserrat, escribió en catalán en su perfil de Twitter: «Pues que hubieran estudiado, en vez de alistarse en un cuerpo militar de matón y ablanda-abuelas. Siento el trance de la familia, pero es el mismo trance de la familia de cualquier heroinómano de los 80. Ellos han elegido el camino que querían».
Candelaria Olivera, de Canarias, escribió en su Facebook, al hilo del tuit confeccionado por María Planas: «Estoy de acuerdo con esta muchacha, últimamente son buenas noticias de policías muertos y guardia civil, y ver como los matan o se quitan la vida puff…» . Y añadió a continuación: «Ya os dejo mi número de teléfono 685396623 por si queréis venir a detenerme o denunciarme, me cago en la memoria de estos perros bastardos, y tengo antecedentes perras que me alegro de estas putas».
María Olga Riera Colomer, vecina de Mataro (Barcelona), escribió en la red social Twitter, en un hilo iniciado por la noticia de que dos guardias civiles y un ganadero habían sido asesinados en Andorra, la palabra « karma» en respuesta a «324cat».
ERNESTO dice
Suma y sigue. A ésto le llaman justicia…
Miguel Ferrer dice
Su odio y mala sangre ya ha sentenciado a estos individuos a ser unos miserables toda su vida. Y junto a ellos, los fanáticos que acompañaron al imputado de Olesa.
PUBLICO dice
Menuda justicia tenemos en España…Esto es vergonzoso y lo grave es que con estas sentencias animan a delicuentes y demas a seguir con injurias y delitos.Ahora deja de pagar impuestos y veras la que te cae…