Las personas con discapacidad intelectual, usuarias del centro ocupacional de Atadi en Valderrobres, participaron en el diseño de etiquetas y embalajes de dos variedades de aceite de oliva con destino a la empresa Mas de Castellans de Calaceite. Ambas entidades firmaron un convenio a través del cual las botellas de aceite con estas etiquetas son de edición limitada y solidarias, ya que un porcentaje de cada venta se destina al centro Atadi de la capital del Matarraña. «Estamos muy contentos. Un familiar nuestro es usuario de Atadi Valderrobres y tiene una calidad de vida espectacular desde que es usuario del centro ocupacional. Por eso queríamos, de alguna manera, devolver a Atadi parte de lo que nos ha aportado», explicó Marc Hernández, joven productor, junto con Sara Agut y cuarta generación de la almazara de Calaceite.
«Siempre es una buena noticia que una pareja joven apueste por el medio rural y estamos encantados de que hayan querido colaborar con un centro pequeño como el de ATADI Valderrobres», explica Ester Bernad, su directora. A lo que añade: «Desde sitios pequeños podemos hacer algo grande». En primer lugar, los usuarios de ATADI Valderrobres son los autores de las pinturas que aparecen en las etiquetas de las botellas solidarias de dos variedades de aceite. Estas etiquetas no solo muestran de qué son capaces las personas con discapacidad intelectual, sino que también visibilizan la labor de ATADI, algo que agradecen mucho desde la entidad, más allá de la aportación económica.
Por otro lado, los usuarios de ATADI Valderrobres también decoran el embalaje exterior de estos pedidos, reutilizando cajas de cartón que llenan de color. Además, en estas cajas se incluyen notas breves con algunas pinceladas autobiográficas de la persona que ha decorado la caja, con el fin de mostrar que las personas con discapacidad intelectual tienen intereses y vivencias tan variados como cualquier otra persona. «Este tipo de colaboraciones son muy necesarias, porque es importantísimo que las empresas privadas ofrezcan tareas ocupacionales a las personas con discapacidad intelectual, ya que realizándolas mejora su bienestar psíquico y emocional, a la vez que se contribuye al mantenimiento de los servicios y apoyos que necesitan», resume Bernad. A esto se suma, según la directora de ATADI Valderrobres, que el reciclaje de estas cajas «redunda en una mayor sostenibilidad y continúa la senda de la economía circular».