Secuelas en la salud mental, tanto de mayores como de adolescentes, así como una aceleración del envejecimiento son algunas consecuencias que trajo consigo la pandemia y con las que todavía se lidia en la Comarca del Bajo Martín. Los servicios sociales se emplearon a fondo en el confinamiento pero labor en este departamento continúa.
Dos años después del inicio de la pandemia, han aumentado las atenciones psicológicas de acompañamiento en al duelo y también en consultas en juventud. «De diferente manera pero ha afectado a todos, la salud mental de los más jóvenes se ha visto mermada y entre los mayores vemos que se ha instalado una apatía y antes de salir de casa se lo piensan mucho. De hecho, a las asociaciones de la tercera edad les está costando mucho retomar la actividad», dice Gema Martín Igado, coordinadora de los Servicios Sociales comarcales.
De este departamento depende Asistencia a Domicilio, una sección que tuvo que reinventarse para seguir dando servicio en lo más crudo de la pandemia. No frenó este trabajo presencial apoyado desde oficinas de todo el personal y departamentos de Comarca, cada uno imprescindible desde su puesto de trabajo.
El viernes se saldó una deuda con la Unidad de Coordinación Operativa Comarcal (UCOCAL) que trabajó durante la pandemia. La Comarca del Bajo Martín congregó a los representantes de las instituciones que formaron parte o colaboraron con esta unidad para entregarles unas placas conmemorativas. «Hacía meses que queríamos hacer este agradecimiento y dar valor a todo el trabajo que hicieron trabajadores y personal en esos meses», dice el presidente, Narciso Pérez.
Entre alcaldías y ediles de la comarca del Bajo Martín entregaron las placas que reconocieron la labor y dedicación a la ciudadanía durante la pandemia de diferentes entidades de las que destacaron su entrega y generosidad. Acudió José Ramón Morro, subdelegado del Gobierno en Teruel; Carlos Banda, comandante de la Guardia Civil, de la comandancia de Teruel; David Molina, sargento de la Guardia Civil de Híjar; Julio González, en representación del Centro de Salud de Híjar; Miguel Fandos, de Protección Civil Bajo Martín; Francisco Javier Bes, de Cruz Roja Bajo Martín; así como las trabajadoras de los servicios sociales de la Comarca del Bajo Martín Gema Martín y Rita Tomás, coordinadora y psicóloga respectivamente. No pudieron asistir Julián Rafael Cebrián, capitán de la Guardia Civil de Alcañiz y Fidel Falo, de Protección Civil Bajo Martín.
«Es nuestro trabajo pero a todo el mundo le agrada que se lo reconozcan como ha hecho la Comarca en este caso y por lo que estamos agradecidas», añade Gema Martín. A este sentimiento se suman desde Cruz Roja, donde también siguen trabajando con personas vulnerables, como son los mayores, pero con falta de personal. «Necesitamos voluntarios porque la situación es crítica si queremos mantener el servicio», dice Francisco Bes, presidente y persona para todo. Lo que más hace son traslados a Zaragoza o Alcañiz a consultas médicas y en pandemia se mantuvieron por su empeño, el de su mujer Reyes y su hija Carmen. «Los voluntarios de una cierta edad eran personas de riesgo y no podían salir. Fue muy duro pero lo sacamos adelante y si algo se hace por el bien común, es muy satisfactorio», añade.
Reconocimiento extensible
De igual modo, Narciso Pérez hizo entrega de otra placa a José Miguel Pelegrín y Pilar Fandos como trabajadores con más antigüedad en la institución comarcal dirigida a todos los trabajadores de la Comarca del Bajo Martín. De esta manera hizo extensible el valor de la «implicación y el esfuerzo de todos y cada uno de ellos» tanto en tiempos de pandemia como en el trabajo del día a día.
No sabemos lo que está haciendo cruz roja bajo martin por todos los mayores de nuestra comarca.Enhorabuena para paco y toda su familia que se jugaron la salud en tiempos de pandemia por no dejar ni a un abuelo sin ir a consultas de alcañiz o Zaragoza.Y se dé buena tinta que lo hicieron sin ningún miedo👏👏👏👏👏