Albalatinos y ariñeros cumplieron con la tradición por la que cada Lunes de Cuasimodo celebran una convivencia
A la Semana Santa, fecha clave por excelencia en Albalate, le siguen otras dos jornadas muy especiales para los vecinos y también para los de otras localidades. En este caso, la de Ariño. Ayer se dio uno de esos días esperados con la celebración del llamado Lunes de Cuasimodo.
Nuestra Señora la Virgen de Arcos acogió ayer en su santuario a cientos de personas. Vecinos todos ellos de los pueblos de Albalate y de Ariño en la vecina comarca de la Sierra de Arcos. Bajo su protección celebraron una jornada festiva y de convivencia que empezó con una misa y terminó con una comida de hermandad en la explanada de cuya intendencia se encargaron desde el pueblo anfitrión y su sindicato de riegos.
Aunque el santuario está ubicado en el término municipal de Albalate, el cariño por la patrona y las buenas relaciones que ha habido siempre entre ambos pueblos, hace que esta tradición no se diluya con el paso de los años y que el pueblo de Ariño acuda al templo que acoge a la talla de la santa. Lejos está de desaparecer esta tradición a juzgar por el aspecto que presentaba ayer el santuario.
Tras este Lunes de Cuasimodo tan característico y esperado, la siguiente cita clave será el próximo día 15 con el llamado Domingo de Rosario. En esta jornada, en la que solo participarán los albalatinos y todo el que se quiera unir, las coplas de los Despertadores tendrán un papel fundamental desde la mañana.