Albalate abrió boca el sábado para la Navidad con una jornada de mercado artesano y animación.
A mediodía el pregón reclamaba la atención de los niños y ellos, obedientes, acudieron de la mano de sus padres y abuelos. Decisión acertada porque en la plaza del Convento les esperaban puestos cargados de juguetes de mil colores y formas y ninguno igual al de al lado. Es el encanto de la artesanía.
José Ortega y Yolanda Lluch, dos barceloneses que hace dos años apostaron por Albalate, desplegaron una muestra. Entre ellos, sus juguetes de cartón. «Te dejas mano cortando el cartón pero queda bonito», explicó José haciendo mover una riña de dinosaurios con un palito. Silvia Buil, ambientada con nariz de reno, llevó sus creaciones en madera y ganchillo, entre otros materiales. Todo estaba hecho por sus manos y por las de una amiga albalatina. «Había venido en Semana Santa para ver la Ruta del Tambor y Bombo y ahora con el puesto es otra experiencia», dijo.

Dulces, crepes, joyas y embutidos, completaron el cartel. Todos pertenecen a la Asociación de Artesanos «Cuentos, Leyendas y Fantasía» erradicada en Zaragoza y de reciente creación. «El objetivo es que al menos por un día los niños se trasladen a un cuento o fantasía y por eso a los puestos añadimos un espectáculo», dijo la organizadora, Raquel Sicilia. Se mueven por todo Aragón y era su primera vez en Albalate. «Nos encantaría volver con un espectáculo temático al completo porque el pueblo es bonito y se da a ello. El Ayuntamiento nos ha cedido el sitio y nosotros costeamos el resto», añadió.
Como aperitivo llevaron a Chéchare, uno de los malabaristas señeros en Aragón y que captó la atención de niños y adultos. Hubo más pases durante el día. El domingo, el teatro tomó el protagonismo con «Benditos retoños». Los actos se retomarán el próximo fin de semana.
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