El Ayuntamiento se ha hecho con el uso del local de DGA a cambio de cederle una nave municipal
Desde hace unos días los operarios trabajan adecentando uno de los edificios más icónicos de Albalate del Arzobispo. Una referencia, sobre todo, por su ubicación en la entrada del pueblo en el acceso a la A-223. En el cruce de caminos entre Lécera pasando por los dos polígonos industriales del pueblo y las poblaciones de Urrea e Híjar y la N-232.
Se trata de las antiguas casetas de Camineros, un inmueble de dimensiones considerables y junto al que pasan cada día cientos de vehículos. Es propiedad del Gobierno de Aragón pero ha pasado a ocuparse de él el Ayuntamiento al hacerse con el uso del edificio a cambio de ceder al Ejecutivo otra nave de propiedad municipal.
«A ellos le va mejor otra nave en el polígono Eras Altas y a nosotros este edificio nos puede ser de mucha utilidad porque no se empleaba en su totalidad», dijo el alcalde, Antonio del Río. Se destinará a usos municipales, como por ejemplo, el de almacén aunque para ello ha habido que comenzar por la limpieza y la consolidación.
En la actualidad se está procediendo a impermeabilizar el tejado para evitar la filtración de agua y humedad.
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