Las obras avanzan en la plaza del Voluntario de Albalate donde está previsto que en breve culmine la segunda fase de la construcción de un parquin que dispondrá de 16 plazas distribuidas en dos plantas.
Para ejecutar esta infraestructura se planteó un proyecto en tres fases. En la primera hubo que derribar varios inmuebles, arreglar la plaza y levantar la primera planta. La apariencia que se le está dando es la de un edificio ya que al ser Albalate Conjunto Histórico Artístico, desde Patrimonio se obligó a mantener los volúmenes y alineaciones previos a la eliminación de las viviendas.
En esta segunda fase que está a punto de acabar se ha cubierto la planta que se realizó el año pasado y se ha levantado un muro de metro y medio para evitar riesgo a los coches que aparquen en la superior. Pendiente queda la tercera fase en la que se cubrirá esta planta y se hará el tejado. «Así quedará la misma apariencia de cuando estaban las viviendas y no se rompe la estética pero para la tercera fase no hay fecha», dijo la alcaldesa, Isabel Arnas.
Una vez terminen las obras de esta segunda fase, el objetivo es en un plazo de cuatro o cinco meses, poner a la venta las ocho plazas de garaje que han quedado cerradas en la planta baja. «Hay varios vecinos que se han mostrado interesados en adquirir alguna», añadió la primera edil. La parte superior quedará como aparcamiento libre, especialmente pensado para que los vecinos de la propia calle puedan dejar el vehículo allí en lugar de en el resto de la plaza. El trasiego de los coches ya se hace notar en las baldosas nuevas con manchas de aceite y ruedas. Se colocarán pivotes en los bordes de las aceras para evitar el estacionamiento. Aunque confían en que saldrá «alguna plaza más», en esta planta superior hay proyectadas ocho.
En esta obra se han invertido casi 170.000 euros en las dos primeras fases procedentes de los fondos FIMS. En 2018 se destinaron 110.000 euros y 56.000 en la línea de 2019.
Restricciones de aparcamiento
Hace un año, Albalate instaló señales para regular el tráfico y las zonas de aparcamiento en plazas y calles donde no está permitido. «Es cierto que este agosto ha habido más relajamiento pero en general, la gente lo respeta», concluyó Arnas.