El alcalde reclama una solución que evite el peligro para la población que supondría otro caso de grandes lluvias
Una vez la ribera del río Guadalope ha vuelto a su estado natural dos años y medio después de la gran riada de 2015, el Ayuntamiento de Alcañiz reclama públicamente que se «tomen medidas» para que no se vuelvan a producir estos hechos, que «ponen en riesgo vidas humanas». Así lo pidió el alcalde alcañizano, Juan Carlos Gracia Suso, ayer, durante una visita institucional al fin de las obras de reparación de la ribera, en la que estuvo acompañado, entre otros, por representantes del Gobierno Central y el autonómico, las dos administraciones que han financiado las obras: José María Valero, subdelegado del Gobierno en Teruel; y Sergio Pérez, director general de Administración Local del Gobierno de Aragón.
Gracia Suso afirmó ayer que ahora lo «importante» es que se tomen las medidas adecuadas para que Alcañiz no sufra riadas como la de 2015. En este sentido, dijo no ser partidario ni de la presa del Bergantes ni de arreglar el embalse de Calanda, solo de lo que «garantice la seguridad de las personas y de que en el futuro no haya que lamentar no haber actuado antes». Actualmente, el proyecto de la presa del Bergantes, que tuvo un amplio rechazo social, está paralizado y se está redactando un estudio de soluciones para la mejora de la seguridad hidrológica del embalse de Calanda hasta los niveles exigidos por la normativa y de la protección frente a inundaciones de Alcañiz y Castelserás. Se trata de una presa construida en el año 1982 con materiales sueltos y que es inseguro al no disponer de la capacidad de desagüe que exige la normativa vigente. «La presa de Calanda tiene un aliviadero de 1.500 metros cúbicos por segundo y aquí llegaron a bajar 800, la mitad. También hay ocasiones que se llena a una velocidad superior a 2.500 metros cúbicos por segundo cuando solo puede desahogar 1.500, eso pone en riesgo vidas humanas, en un futuro tenemos que ver qué priorizar. Me gusta el medio ambiente y por eso este arreglo pero también la seguridad de los alcañizanos», apuntó ayer.
Nuevos circuitos deportivos
Los trabajos, con un coste de casi 350.000 euros, han consistido en la reparación de los caminos y las plataformas, tarimas y pasarelas de la ribera, muy frecuentados por los vecinos de Alcañiz. También se ha cambiado alumbrado y canalizaciones de riego, entre otros; y se incrementado la eficiencia energética y el mobiliario.
La principal diferencia estética son las mejoras a las que se comprometió la adjudicataria, Urbyma, en la oferta por la cual ganó el concurso público (350.000 euros). Ofreció encargarse, sin costes añadidos, de mejorar la eficiencia energética y el mobiliario urbano en los circuitos deportivos de la fuente de Santa María y el colegio Emilio Díaz. En estos emplazamientos se han colocado zonas de juegos infantiles y deportivos.
No obstante, aún queda por realizar trabajos de pequeña envergadura. Principalmente, limpieza de la vegetación y otros tratamientos silvícolas que llevará a cabo la Brigada Municipal.