Llegó a medir el doble por un chapitel que desapareció igualando su altura con el Castillo Calatravo
La Torre Gótica aún tiene muchos enigmas por descubrir. El arquitecto alcañizano José Ángel Gil, quien se encargó de realizar el proyecto para su rehabilitación, también ha investigado sobre su historia. Ahora necesita que comiencen las obras de mejora en la torre para poder seguir con las indagaciones. Aunque fue a finales de 2015 cuando entregó el proyecto, el alcañizano ha seguido investigando junto a su equipo todo este tiempo de forma altruista. Estos avances los presentó el martes con gran éxito en la conferencia inaugural del Curso de Humanidades de Alcañiz, que termina hoy.
Mientras tanto, la reforma de la torre sigue durmiendo «el sueño de los justos» en el Ministerio de Fomento, que aunque tiene presupuestado el coste total de los trabajos, más de millón de euros, lleva casi un año de retraso en la licitación de las obras.
Se igualaba con el Castillo
Gil explicó en la ponencia que la Torre Gótica llegó a tener el doble de altura, alrededor de 67,8 metros frente a los 43 actuales. Esto se debe a que estaba coronada por un chapitel que cambiaba por completo la imagen de la ciudad y que posiblemente la igualaba en altura con la Torre del Homenaje del Castillo Calatravo, actual Parador.
El arquitecto basa su afirmación en tres documentos que hacen referencia específicamente al chapitel y que se unen a la descripción del notario Pedro Juan Zapater en la novela histórica «La Tesorera» (1704). Para cerrar el círculo, la situación ideal sería que apareciera un cuadro o un grabado con una imagen precisa que de una idea más precisa de cómo era la torre. «Leyendo la descripción de Zapater y viendo el remate de la de Toledo, parece que está hablando de su torre», explica Gil.
¿Cuándo y quién?
Cuando comiencen las obras podrán conocer de cuándo data exactamente la torre y quién promovió su construcción. Para ello, se debe descubrir en la planta baja toda la iconografía que se cubrió en el siglo XVIII. En el caso de que no haya sido borrada, porque en otros casos ha sido así, seguramente saldrá a la luz el escudo del promotor de la torre. «Con ello, podremos datar casi definitivamente, el promotor y la fecha en la que se inicia la obra», apunta el arquitecto. En cada una de las cuatro esquinas ya hay iconografía pero la más importante se encuentra en la clave de la bóveda, ahora cubierta. Se encuentra tapada con yeso sobre el que se sitúa un lienzo pintado colocado con clavos. Tan pronto como se inicien las obras, se podrá descubrir esta zona porque ya cuentan con todos los permisos de Patrimonio.