El historiador Amadeo Barceló presentó su obra «La Guerra de Nuestras Abuelas», un ensayo histórico centrado en la represión femenina durante la Guerra Civil y la posguerra, en la tarde de este pasado sábado desde el patio de armas del Castillo del Compromiso. Lo hizo acompañado por Aurora Pascual, Pilar Lasheras, Cristina Bonastre y Lucía Gutiérrez, cuatro mujeres de distintas generaciones que aprovecharon para contar su experiencia, más o menos cercana, con la represión franquista. El acto duró en torno a una hora y asistieron algo más de 100 personas.
«La Guerra de Nuestras Abuelas» muestra lo que fue la Guerra Civil en Caspe, y, concretamente, cuenta como fue este conflicto bélico para las mujeres de la época. Este ensayo de Barceló convierte en protagonistas a más de 200 mujeres, tanto caspolinas como llegadas a Caspe, durante el conflicto que dividió a España. Según el propio autor, esta obra es el culmen a un trabajo de varios años de investigación y escritura que han terminado dando forma a este «río de información».
En lo referido a la presentación, durante la misma Amadeo buscó dar voz y voto a cuatro mujeres de diferentes generaciones las cuales debatieron y reflexionaron sobre la evolución del papel de la mujer desde el estallido de la Guerra Civil hasta nuestros tiempos.
Los vecinos de Caspe se volcaron y asistieron en masa a este evento, que también contó con la presencia de diversos concejales del Ayuntamiento caspolino y de la alcaldesa Pilar Mustieles.
Entrevista a Amadeo Barceló
¿De dónde nace la idea de comenzar a escribir esta historia de “La guerra de Nuestras Abuelas”?
Hace unos años comencé a estudiar el grado universitario de Geografía e Historia en la UNED, y cuando estaba en el último año, realicé mi Trabajo de Fin de Grado (TFG) sobre la represión femenina de la posguerra, concretamente sobre las presas políticas de Caspe. Tuve la oportunidad de desarrollar varias entrevistas a mujeres nonagenarias con buena memoria que me contaron aspectos de dicha época interesantísimos, o con hijas de presas políticas, la hija de una miliciana que llegó a Caspe, enfermeras que ejercieron durante la Batalla del Ebro, etc. En el TFG no tenían cabida todos estos perfiles porque debía delimitarlo, por lo que me quedaron muchos caminos por explorar entorno al tema.
¿Cuáles de las situaciones que vivieron las mujeres caspolinas durante los años bélicos y los posteriores que se plasman en el libro?
En él se muestran las historias de algunas presas políticas, pero también la represión en general en esa época. Una de las agresiones más conocidas es la que se sufre en las primeras horas de ocupación de la localidad por ambos bandos. En especial, cuando ocupan el Bajo Aragón las tropas franquistas, se suceden episodios en prácticamente todos los pueblos de escarnio público tanto de mujeres como de hombres. Sin embargo, con ellas hay un componente de ‘represión sexuada’ dado que se les rapa el pelo, se les pasea por el pueblo para que se hagan sus necesidades y todo el mundo lo vea… Se trata de un atentado contra la condición femenina, ya que es algo que no se hacía a los hombres. Se les quiere despojar de su feminidad ya que, según la mentalidad de los vencedores de la guerra, han incurrido un doble delito: el hecho de ser ‘rojas’ y el de ser mujeres.
¿Cómo son las historias que le han contado los testigos con los que ha podido desarrollar esta obra?
Está claro que hay mucho drama, pero el libro no es una novela rosa. Es una obra que principalmente narra el afán de superación de todas esas mujeres. Para conseguir los testimonios, me he encontrado casos en los que descendientes de las personas que aparecían en los documentos me decían que no sabían nada. Yo creo que la mayoría de las veces era verdad, porque muchos de los que vivieron estos dramas hicieron un propósito por pasar página. No obstante tuve la suerte de hablar con testigos de primera mano. De hecho hay un capítulo muy interesante en el libro que cosiste en una recopilación de fragmentos de unas memorias que escribió una joven caspolina, Carmen Castillón, que ejerció de enfermera en la contienda, ya que Caspe fue la principal localidad de retaguardia durante la Batalla del Ebro. Castillón casualmente era tía de mi mujer y me las legó antes de fallecer. Por tanto, uno de los capítulos no solo está protagonizado por esta mujer sino que además está escrito por ella.
¿Cómo has plasmado estas historias en la novela?
Yo lo que no quería era un libro sobre datos, de manera aséptica, sino que buscaba introducir al lector en el relato y que empatizara con las historias de esas mujeres. Además, también me parece interesante que la gente conozca exactamente qué pasó, para así también entender por qué antecedentes nuestros vivieron dichas situaciones.
¿Hay alguna de esas vivencias que le haya impactado especialmente?
Normalmente llaman la atención los grandes dramas, pero lo que más me ha marcado es la capacidad humana de enfrentarse a una adversidad tan impactante como es una guerra civil. Yo recuerdo cómo me contaba un señor que sus dos tías estaban en prisión y había días en los que su madre tenía para comer en casa a 14 niños. A esto además se le sumaba el hecho de pagar multas, enviar comida a sus familiares encarcelados, enfrentarse a los desprecios por parte de la población… Y salieron adelante. Además, cuando somos capaces de poner cara a estas historias y saber que pasaron en tu pueblo, se entiende mejor la dificultad del momento y lo que sufrieron. Esto me parece que da una lección de vida que además, me hace reflexionar respecto a la situación en la que vivimos actualmente.
Josep Ribés dice
‘La Guerra de Nuestras Abuelas’, un estudio acerca de la represión femenina durante la II República, pero eso ya no es subirse a la ola para que te lleven al infinito y más allá, & beyond.