A sus 46 años, Ana Belén Andreu (PAR) deja la política tras tres legislaturas
A sus 46 años, Andreu, técnico administrativo y comercial de formación, deja la política tras tres legislaturas dedicadas de lleno al Turismo. Fue vicepresidenta de la Diputación con 34 años con el PAR y después presidenta de la Comarca del Bajo Aragón, de la que ahora es vicepresidenta
En las elecciones de mayo ya no optará a cargos públicos después de 12 años en política a nivel provincial, comarcal y municipal. ¿Por qué?
Todo tiene un principio y un final. Comencé en 2007 para ser concejal de Alcañiz compatibilizándolo con mi trabajo y al final llevo 12 años en diferentes puestos de responsabilidad. Ha llegado el momento de cambiar de aires y de retomar todo lo que dejé pendiente a nivel personal. No nos podemos estancar de por vida porque se acaban la ideas y se reduce la pasión por lo que haces. Tengo mucha ilusión pero mi cuerpo y mi mente me piden enfocarme a otros proyectos.
¿Por qué entró en política con 34 años?
Dos amigos que eran miembros del Comité Local del PAR me llamaron para decirme que Antonio Gasión quería hablar conmigo. Cuando me plantea ir en la candidatura que él encabezaba le dije que no porque tenía mi trabajo pero fue tanta su insistencia que opté por ir en un quinto puesto que el último día se convirtió en el tres; con lo que sabía que iba a salir concejal. Tuve discrepancias familiares. Mi padre me animaba y mi madre se enfadó pero vi la posibilidad de trabajar por mi pueblo y me entusiasmó el proyecto de Gasión.
Tuvo una entrada meteórica porque directamente pasó a ser vicepresidenta tercera de la Diputación de Teruel y delegada de Turismo.
Entonces no lo supe valorar pero ahora sí. Pienso en cómo debió de sentar en mi partido porque era una desconocida que se acababa de afiliar. Fue un cambio tan brutal que me entusiasmó mucho por todo lo que podía aprender y descubrir. José Ángel Biel fue capaz de ilusionarme.
¿Qué es de lo que más orgullosa se siente?
De haber actuado como soy, sin florituras, sin medias sonrisas, sin palmaditas en la espalda… En política hay que ser auténtico y no cambiar por tener un cargo. También me siento orgullosa de haber sido una mujer de consenso sin estridencias ni malos rollos. Me quedo con el ambiente que ha habido en torno a mi persona.
¿Alguna espinita clavada?
La N-232. Sigue siendo la gran olvidada de los partidos por mucho que digan aquí que se preocupan.
¿Puede cambiar?
Es hora de juntarnos y de que diputados y senadores vayan a Madrid de la mano olvidándose de las siglas. Lo veo complicado porque cada vez existen más diferencias y los extremos son más peligrosos. Esto último no pasaba antes.
Explíquese.
Los extremismos y radicalismos son malos. Lo que tenemos que hacer los políticos es llegar a acuerdos de verdad y no de boquilla, y para eso hay que sentarse a hablar. He formado parte de gobiernos con mucho diálogo en los que todo ha fluido y ahora estoy en otros en los que no hay nada de esto sino formas de actuar más propias del siglo XIX. Las cosas no fluyen sino que se imponen. A muchos se les llena la boca con la concordia y es todo mentira, hay que hacerlo efectivo.
Estás hablando del Ayuntamiento de Alcañiz, donde el PP gobierna con el PAR.
Siempre he pedido más diálogo, compromiso y unión porque así lo he vivido con otros gobiernos. No tenemos que ocultarnos proyectos que llevamos entre manos sino compartirlos para que entre todos sea más fácil sacarlos adelante.
¿No te sientes cómoda con ese pacto?
Es vox populi que yo no era partidaria de ese acuerdo de gobierno porque ya veníamos de otro pacto anterior que tuvimos que romper por incumplimientos y estaba convencida de que se podía repetir. Y así ha sido en alguna ocasión. Es cierto que ahora sí que se nos ha dado un espacio dentro de las áreas que pactamos y se ha podido trabajar en las cuestiones fijadas en ese acuerdo de gobernabilidad. Las vamos a cumplir todas pero una legislatura no se basa solo en un pacto con 15 medidas concretas. En aquel momento tuve una pequeña crisis existencial y me planteé apartarme de la política pero no lo hice porque tenía un compromiso con la Comarca como vicepresidenta. Solo el hecho de insinuarlo ya hizo que muchos de mis compañeros me dijeran que ni se me ocurriese. Aquí todo se consensúa antes de llevarlo a los órganos pertinentes.
¿Con qué partido se siente más cómoda? Tanto en Diputación como en Comarca ha gobernado con el PSOE.
He estado muy a gusto con los socialistas porque me han respetado. Cuando llegué a la DPT con solo 34 años recibí un gran cariño y ayuda de todos, tanto del PAR como del PSOE. Guardo buenos recuerdos de Antonio Arrufat, Julia Vicente e Inocencio Sánchez. También del PP. Una persona que me sorprendió para bien cuando llegué al Ayuntamiento es Miguel Batanero (se emociona). En todos los partidos hay personas con un gran corazón.
¿Alguien que le haya sorprendido?
Raúl Andreu de IU es un señor de los pies a la cabeza con las ideas muy claras. Vuelvo a nombrar a Batanero y también a Yolanda Vallés del PP, una mujer con gran experiencia de la que aprendí mucho. Por supuesto, los de mi partido. A Chema Allue, con el que empecé, tengo mucho que agradecer, prácticamente lo aprendí todo de él y de Antonio Gasión. Me llevo amigos de todas las formaciones. De todos mis compañeros he aprendido alguna cosa. En algunos casos para bien y en otros para no imitar jamás. Ser político significa que se debe trabajar para toda la ciudadanía y no solo para los tuyos.
¿Dónde no se está haciendo?
El Ayuntamiento de Alcañiz es un ejemplo. Soy de una manera de trabajar totalmente opuesta a como lo está haciendo ahora el alcalde. Me refiero solo a él y no a sus concejales, con algunos tengo muy buena relación. Son formas de trabajar, ver la política y de ser diferentes.
¿Cómo ha cambiado la política en estos 12 años?
Antes no había tanta agresividad, ahora se están perdiendo las formas. Paso vergüenza ajena cuando veo algunas actitudes en el Congreso y lo que ocurre es que después nos ponen a todos en el mismo saco. La entrada de los nuevos partidos ha provocado que los que ya estábamos tuviéramos que hacer cosas para seguir ganado votos. En algunos casos bien y en otros, no tan bien.
¿Y el papel de la mujer en la política?
Hace 12 años éramos pocas aunque casualmente cuando llegué a la Diputación coincidimos dos vicepresidentas, Julia y yo, aunque no era lo habitual. En la siguiente legislatura aumentó el número de mujeres pero ahora me parece que se está volviendo a reducir. Es nefasto. No somos ni mejores ni peores que los hombres pero si tenemos una manera de trabajar distinta. Ponemos más pasión a las cosas y, quizás por ello nos llevamos más disgustos. En mi caso, al no tener hijos me ha sido fácil porque puedo llegar tarde por la noche o acudir a actos los fines de semana. Además, mi marido también trabaja a turnos los festivos.
¿Has sufrido machismo?
Que recuerde, en dos ocasiones con hombres a los que no les gustaba que una mujer estuviera por encima. Al principio sí que noté algo pero por ser novata. En el 90% de las reuniones he estado rodeada de hombres.
¿Se nos exige más a las mujeres?
Si he tenido que demostrar más es por pertenecer al PAR y no a un partido con más entidad como PP o PSOE.
Un partido que en esta década ha ido perdiendo cada vez más votos e importancia.
La entrada de nuevos partidos no nos ha beneficiado. No sé cómo se puede convencer a la ciudadanía de que un partido del territorio que no depende de nadie que está en Madrid o Barcelona es necesario. Con esto también incluyo a CHA. Trabajamos de la mano con los alcaldes de los pueblos y eso se nota en que nuestro punto fuerte es el medio rural.
¿Cuánto trabajo político es el que no se percibe por la ciudadanía?
Estos años han sido una anarquía. No tener horario fijo y trabajo los fines de semana es complejo. Estamos 365 días al año. Se piensa que vengo solo a pasar cuentas a la Comarca cuando hay mucho trabajo detrás. No está suficientemente valorada la figura del político local.
A veces solo nos quedamos con la foto.
Un alcalde no te invita a sus fiestas solo para que acudas a la procesión. Quiere que conozcas de primera mano sus necesidades para que las resuelvas en la medida de tus posibilidades.
¿Se hace demagogia con los sueldos?
Sí y te lo dice una de las personas más cuestionadas. Este año ha bajado el nivel de crítica porque Manuel Ponz se ha jubilado y ya no cobra de la Comarca. Hay que medir un suelo según el trabajo que realice cada persona. No me parece serio que me critiquen personas cuyos representantes en otras instituciones están cobrando más que yo sin hacer nada más que acudir a una junta de gobierno mensual y a cuatro comisiones. Tengo la conciencia tranquila, mi sueldo me lo gano.
¿Cuál ha sido su mejor momento?
He vivido hitos históricos que no se volverán a repetir. En 2012 el pleno de las Cortes de Aragón salió hasta la Comarca del Bajo Aragón con motivo del 600 aniversario de la Concordia. Solo con pensar en la inauguración de Motorland se me pone la carne de gallina.
¿Y el peor?
Por desgracia, unos cuantos. El incendio de la Siberiana, la riada, el derrumbe y el triple crimen.
¿Se ha sentido alguna vez fuera de lugar?
Primero, con el por entonces presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra. Entonces no se sabía todo lo que se sabe ahora pero ya percibí malas vibraciones. La segunda, en el reservado del Concurso Internacional de Saltos de caballo de la Torre del Marqués. La zona VIP era tan exclusiva que para beber solo servían Moët & Chandon y los niños iban con niñera. En cambio, en Motorland he conocido a personalidades de la elite del motor con los que he estado más a gusto.
¿Deja un Bajo Aragón mejor?
Eso lo tendrán que juzgar otros. Solo con que yo haya aportado la mitad de lo que me ha aportado a mí, estoy satisfecha (se emociona).
¿Dónde la veremos en unos meses?
Tengo en mi mente muchos proyectos y nada decidido.
Enhorabuena Anabel ,te deseo un feliz futuro
Un abrazo
vale, si tu lo dices…