Los desprendimientos en la ladera se suceden, sobre todo, tras los temporales.
El de este martes ha sido el más grande pero no el único. Uno de los últimos desprendimientos más aparatosos que se recuerdan es el del 17 de noviembre de 2013. El temporal de nieve del fin de semana provocó el derrumbe de varias rocas que saltaron a la carretera en una noche de domingo.
Varias de ellas cayeron sobre un vehículo que circulaba en ese momento ante la mirada de algunos peatones que comenzaron a correr asustados. No obstante, no hubo que lamentar daños personales pero sí materiales. De hecho, pudo haber sido peor ya que la roca más grande que se desprendió medía un metro de diámetro pero quedó atrapada en la malla de contención.
A consecuencia de aquello el muro quedó dañado y se emplearon varios días en su reparación y en la de la malla.
Cabe destacar que en el interior del Monte Pui Pinos hay numerosos caminos que son muy transitados por los vecinos. Es una de las zonas de ocio de la ciudad y de paseo. Gran parte de la ladera está cubierta de malla metálica pero donde no, es frecuente encontrar pequeñas rocas en el suelo, sobre todo, tras el azote del viento, lluvia o nieve.
*Más información en la edición impresa