Los trabajos comenzaron la semana pasada y darán información sobre los restos judíos.
El equipo de arqueología ya está trabajando en la ermita de San Antón desde la semana pasada. Se centran en las catas que darán información sobre los restos de la sinagoga que se presume, están debajo, a unos escasos 30 centímetros de profundidad. Así pues, las excavaciones no serán muy profundas y se prevé que no se alarguen demasiado en el tiempo. (Imagen principal de EsHíjar).
Las catas arqueológicas son el paso previo al inicio de las obras de restauración de la ermita, cerrada desde el 17 de enero de 2010 después de que se derrumbase el techo del campanario.
La necesidad de realizar estos trabajos previos se puso sobre la mesa en octubre, en el I Coloquio Internacional sobre patrimonio judío que puso en marcha el Centro de Estudios del Bajo Martín. Congregó a decenas de expertos y se llegó a esta conclusión.
Todo, con el fin de no destruir nada y conservar lo máximo posible. De hecho, se estima que se puedan encontrar zócalos en buen estado e incluso el pie de la bimá, el podio desde donde se lee la Torá en las sinagogas.
Los restos que se encuentren se podrían cubrir con un material transparente para facilitar a la gente que disfrute de ello.
*Más información en la edición impresa