La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y Amac Gema reivindican la importancia de la información, de las pruebas diagnósticas y de la detección temprana del tumor para evitar tratamientos y operaciones drásticas, en el Día Internacional del Cáncer de Mama.
Amparo Sancho, vecina de Caspe y voluntaria de AECC, a la que ha entrevistado la COMARCA con motivo de este día nunca olvidara el 21 de julio de 2015, en esa fecha le diagnosticaron cáncer de mama en una unidad móvil de diagnóstico precoz.
«En la primera mamografía no me dijeron nada, pero dos días después me llamaron porque había algo que no veían muy claro. Yo sabía que no eran buenas noticias por la cara que tenía el médico», detalla. Tenía 54 años, y su primer pensamiento tras conocer la noticia fue para su familia «me acordé de mis hijos, me daba pánico dejar a mi marido», pero les aseguró que iban a luchar con uñas y dientes para quedarse con ellos.
Fue derivada al Hospital de Alcañiz donde le hicieron una biopsia y confirmaron que el tumor era maligno. En octubre le operaron, y se lo quitaron. En esa misma operación decidió, tras hablar con el médico y su familia, quitarse las dos mamas, por temor a que se reprodujera en un futuro en el otro pecho. «El tumor medía 14 milímetros, era muy pequeño así que en principio no me iban a dar quimioterapia ni radioterapia, pero al analizarlo detectaron que era muy malo». Y comenzó el tratamiento. La primera sesión de quimioterapia la recibió el 2 de diciembre de 2015, y en julio del año siguiente comenzó la radioterapia, durante este tratamiento se le fracturaron tres vertebras, «mi estructura ósea ha sufrido mucho en el proceso». A pesar de ello, Amparo recuerda con mucho cariño al personal del hospital, «les doy matrícula de honor, desde el equipo de cirugía hasta el de enfermería de quimioterapia».
El peor momento de todo este proceso fue cuando comenzó a perder el cabello, «mis hijos me dijeron que usará peluca». Así que un día, junto a su hijo fue a Zaragoza para comprarse una peluca. Recuerda ese momento con sabor agridulce, «cuando me raparon mi hijo me cogió de las manos, y ambos no pudimos contener las lágrimas». Amparo confiesa que no fue capaz de volver a mirarse al espejo hasta que volvió a tener pelo. Por el contrario, no le costó volver a salir a la calle después de recibir el alta, «salía a pasear con mis seis botes de drenaje en dos bolsas para que la gente no las viera».
Cuando se le pregunta qué le diría a aquellas personas que les acaban de diagnosticar cáncer de mama, tiene clara su respuesta: «que no se queden en casa, tienen que salir, tener gente con la que hablar o llorar, simplemente con que te escuchen y te den un abrazo es suficiente». También recomienda tratar con profesionales, «yo fui a una psicóloga durante casi un año, tenemos recursos, gente que nos puede ayudar, no es un desprestigio pedir ayuda». Y reivindica la necesidad de que se destinen más fondos para la investigación. Tras cinco años con revisiones cada trimestre, actualmente se han reducido a una cada seis meses.
A día de hoy cuando la gente le pregunta cómo está siempre da la misma respuesta: «doy gracias a la vida por seguir aquí».
Regresan las mesas y charlas informativas
Este año las mesas informativas sobre el cáncer de mama vuelven a las calles de muchos municipios del territorio bajoaragonés, con motivo de su Día Internacional. La AECC ha programado en Alcorisa a las 12.00 la colocación de un lazo en el balcón del ayuntamiento y la lectura de un manifiesto.
El jueves se impartirá una charla sobre la prevención del cáncer ginecológico en el centro cultural Valero Lecha a las 19.00. Alcañiz y Andorra también ha instalado mesas informativas en las calles del centro de las localidades.
Además, estos dos municipios se han sumado a la campaña solidaria a iniciativa de Ecovidrio, que tiene como objetivo movilizar a los ciudadanos para reciclar envases de vidrio, y contribuir así a la prevención del cáncer de mama. La empresa transformará los envases depositados en una donación a la Fundación Sandra Ibarra. Los contenedores de Alcañiz se encuentran en la plaza 3 de Marzo, y los de Andorra en la avenida Dos de Mayo.
Un abrazo y un beso, Amparo eres un ejemplo a seguir.