La Asociación de Amigos de los Caminos de Santiago ‘San Macario’ de Andorra no se olvida del patrón. Más bien al contrario y el día de Santiago desde hace años es el día señalado por la agrupación para reunirse y pasar una jornada al más puro estilo gallego. Este martes no fue menos y más de sesenta personas se juntaron en la campa de San Macario una vez se rindió honores y se pidió a Santiago. Eso sucedió a mediodía con la misa que presidió el párroco de Cariñena, Freddy Pérez, y que concelebró el párroco local David Rojas en la ermita de San Macario. A la misa acompañaron también autoridades municipales como el alcalde Rafael Guía, Isabel Zamora y Laura Monclús
Tras la liturgia llegó el vermú, el momento de conversar y de recordar viajes juntos o compartir las experiencias de cada cual en el Camino. También fue el momento de hablar de nuevas ilusiones y de expediciones futuras para volver a hacerlo, porque si algo tiene el Camino, es que engancha y que nunca es suficiente. Las conversaciones se fueron desarrollando mientras se ultimó la comida cuyo menú hacía imposible saltársela. El plato estrella fue el pulpo con patatas, que los cocineros «hacen que salga más rico si cabe». Como postre, los comensales disfrutaron de tarta de Santiago y la tradicional queimada acompañada de la lectura de su consiguiente conjuro.
La sobremesa transcurrió entre el reparto de detalles y de sorteos con regalos gentileza de Óptica Bajo Aragón. La temperatura acompañó y la jornada se alargó hasta después de una buena merienda. La frase del día fue, como no podía ser de otra manera. «¡Buen Camino!».