El camino entre el Punto Limpio y la antigua escombrera de Alcañiz se encuentra repleto de todo tipo de vertidos ilegales, desde escombros a electrodomésticos, pasando por enseres personales, muebles o juguetes. A lo largo del año actual, se han seguido tirando ilegalmente desechos en este punto; incluso, ha habido quien ha destrozado -probablemente con un camión o con maquinaria pesada, dada la envergadura de daños- la puerta del vertedero clausurado para depositar allí sus residuos. Para evitar que volviera a ocurrir, Ramón Panadés, concejal de Medioambiente del Ayuntamiento de Alcañiz, encargó a la Brigada Municipal que cortase la vía de acceso al antiguo vertedero, un camino único de acceso a la escombrera, trabajo que se realizó depositando grandes bloques de piedra.
También desde la concejalía de Medioambiente se ha pedido ayuda al Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil a Agentes de Protección de la Naturaleza (APNs) del Gobierno de Aragón y a la Policía Local de Alcañiz para que refuercen la vigilancia que evite los vertidos ilegales y sancione a quien se sorprenda realizándolos.
El problema data de antes del actual mandato, y el Consistorio ha recibido continuas quejas por la situación. El Ayuntamiento de Alcañiz empezó a solucionar el problema contactando con una empresa del sector a finales de 2019, para que realizara una valoración de los escombros depositados, una estimación que inicialmente fue de entre 30 y 35 toneladas de residuos. En aquel momento, no estaba contemplada en el presupuesto en curso ninguna partida para poder retirar el escombro; teniendo en cuenta la cantidad de residuos, se estimó dicha partida en unos 35.0000 euros.
Además, el mes pasado la propia Brigada Municipal recogió 50 toneladas de escombro en la zona, quedando aún en torno a 25-30 toneladas, aproximadamente. Pasadas las fiestas navideñas, la Brigada finalizará el trabajo recogiendo las toneladas de desechos restantes.
Otra de las medidas llevadas a cabo para frenar el problema es la creación de una nueva Ordenanza Municipal, sin afán recaudatorio, por parte del Departamento de Medioambiente y la Comisión de Urbanismo e Infraestructuras. Esta ordenanza municipal, en fase de redacción, se basa, según Panadés, en que «los empresarios del sector de la construcción, cuando comuniquen que van a realizar una obra y presenten solicitud de licencia de la misma al Ayuntamiento, recibirán una valoración por parte del Área de Urbanismo de la cantidad de escombro que generarán los trabajos; con esta cuantificación, baremada en tablas, se les pedirá que depositen una fianza, que puede ir desde una pequeña cantidad hasta varios miles de euros en función de dicha cantidad». Esta fianza se devolverá íntegramente cuando se finalice la obra y se entregue un certificado de la planta de tratamiento de residuos y gestora autorizada donde se hayan llevado los escombros; de esta forma, se busca «garantizar que todos los residuos tengan el tratamiento adecuado».
«La gente que vierte ilegalmente no está haciendo sólo un mal uso de residuos y entorno, sino que está cometiendo un delito, una infracción medioambiental grave; además, hay señalización grande y suficiente que advierte de que el antiguo vertedero está clausurado y sellado», afirma Panadés, quien añade que «más que nada, lo que quiero es hacer un llamamiento para que la ciudadanía se conciencie de que, hoy en día, el que contamina va a pagar, y la sanción no es ninguna tontería; pido por favor que la gente se conciencie y que use los medios y las instalaciones que tiene a su disposición, que son muchos, para que esto no siga ocurriendo».