Se pondrán en valor las oliveras notables, así como evitar las principales amenazas como el expolio y las prácticas inadecuadas
Las Comarcas del Bajo Aragón y el Matarraña catalogarán y pondrán en valor los olivos singulares diseminados por ambos territorios. La iniciativa, que surgió por parte del Ayuntamiento de Torrevelilla, pretende conocer y dar a conocer las oliveras milenarias, centenarias, de dimensiones notables o símplemente que ofrezcan alguna singularidad para catalogarlas y preservarlas.
Los principales objetivos son poner en valor el gran patrimonio existente en el territorio así como conservar estos olivos singulares. Otro de los objetivos es poder impulsar, en colaboración con los propietarios, un producto que permita elaborar y comercializar aceite de oliva virgen extra o aceituna de mesa, utilizando para ello técnicas que no dañen al árbol e incentiven al agricultor para su aprovechamiento. «Observamos que no se les prestaba ninguna atención a muchos de estos olivos tan antiguos, cuando no incluso soportando malas condiciones, por ello propusimos protegerlos y ponerlos en valor», explicó Sergio Nevado, concejal del Ayuntamiento de Torrevelilla e impulsor de esta iniciativa.

Poco después se decidió hacer extensiva esta idea a los Ayuntamientos de Belmonte, La Codoñera, Torrecilla de Alcañiz y la Cooperativa del Mezquín y finalmente se decidió extender esta iniciativa a todo el Bajo Aragón y Comarca del Matarraña, por el gran número de olivos singulares que ambos territorios aglutinan, por lo que ambas instituciones comarcales forman parte ya de este proyecto. De igual modo, se pretende implicar a los particulares e incentivar la correcta conservación de estos ejemplares.
El encargado de coordinar esta iniciativa es el Grupo de Acción Local Matarraña-Bajo Aragón-Omezyma, que será el encargado de facilitar las ayudas Leader para que este proyecto pueda ser una realidad. «Queremos poner en valor todo este patrimonio viviente y que el agricultor además quede contento y pueda sacarle un rédito a este tipo de olivos», explicó Joaquín Lorenzo, gerente de Omezyma. El proyecto actualmente se encuentra en fase de solicitud y en las próximas semanas se dará a conocer la cantidad económica que se destinará para llevarlo a cabo. Está previsto que el trabajo pueda estar finalizado dentro de dos años.
El proyecto incluye catalogar, de igual modo, las casetas y construcciones de piedra seca, que en muchos casos van ligadas a los campos de cultivo olivareros. «Pensamos que es un proyecto muy interesante que además se complementa con el de la piedra seca, algo en lo que ya llevábamos trabajando un tiempo», explicó Rafael Martí, Presidente de la Comarca del Matarraña.
De igual modo se pretende recopilar el tipo de variedad de estos árboles. La recurrencia de fuertes heladas, como la de febrero de 1956 que afectó especialmente al Bajo Aragón Histórico y unas variedades menos longevas harían que pocos de estos ejemplares hayan llegado a los mil años. Cabe recordar que la variedad predominante en todo Aragón es el empeltre. Sin embargo se calcula que podría haber centenares de olivos con varios siglos de antigüedad por todo el territorio.
Principales amenazas
Los olivos centenarios se enfrentan a distintas amenazas que comprometen su conservación. La mecanización y los nuevos procesos de poda y recolección de las olivas han propiciado que muchos ejemplares se hayan visto afectados o hayan muerto debido a prácticas inadecuadas. En otros casos han sido víctimas del abandono de los campos de cultivo.
Por su parte en otros territorios como el Sur de Cataluña, muchas de estas grandes oliveras han sido vendidas por sus propietarios y transportadas a distintas partes del país y del mundo, perdiendo así este gran patrimonio. A través de una iniciativa de change.org más de 99.000 personas han firmado ya para demandar a la Generalitat de Catalunya que tome medidas para impedir este expolio
Por contra en la Comunidad Valenciana están protegidas y no está permitida la venta de olivos singulares. En el Bajo Aragón Histórico no se tiene constancia de que se vendan olivos centenarios. Sin embargo con esta catalogación pretenden evitar la aparición de este fenómeno de expolio.
Cabe recordar que la Taula del Sénia que aglutina municipios de Aragón, Comunidad Valenciana y Cataluña y de la que forman parte Beceite, Valderrobres y Peñarroya inició hace varios años una labor de catalogación de olivos milenarios, de los que extrae y comercializa aceite de oliva de estos ejemplares.
Ya era hora que se tomaran medidas para conservar nuestros olivos que han pasado de generacion en generacion y han dado de comer a tantisima gente y siguen haciendolo con su fruto.Esperemos que la idea vaya adelante y conservemos las joyas que tenemos en nuestro Bajo Aragon y Matarraña.
Bravo!! a los impulsores de este proyecto.