«Estamos muy contentos, creo que hemos conseguido el doble objetivo que nos marcamos con estas Jornadas», dice el alcalde de Alcorisa, Miguel Iranzo, que enumera esos retos. «Disfrutar tocando tambores y bombos y, como alcalde, que los visitantes se vayan con un buen recuerdo de Alcorisa como así me han hecho saber que ha sido». Es el balance que hacen desde la localidad que ya lo tenía todo listo para estas jornadas en 2020. «Hay que reconocer que no nos ha acompañado la suerte desde el principio porque estalló la pandemia, las aplazamos, se intentó en 2021 y no pudo ser y este mes de enero con la situación sanitaria tampoco estaba muy claro, pero eso mejoró y nos ha venido la lluvia«, relata Iranzo.
Alcorisa tuvo capacidad de respuesta y ya organizó la exaltación bajo techo ante esta predicción de agua que se cumplió hasta la noche del sábado cuando el cielo abrió, como también estaba en los pronósticos, y se pudo celebrar el desfile aplazado de la mañana. Participaron los 22 grupos de los pueblos del Consorcio Nacional y también Tamboas -Ariño, Alloza, Muniesa y Berge-, como agrupación invitada. Ahí se revivió toda la esencia de las Jornadas Nacionales con miles de personas en las calles compartiendo toques porque la última vez de unas Nacionales fue hace ya tres años. «El ambiente era impresionante, estamos hablando de más de 3.500 personas que para un pueblo de 3.200 supone mucho. Han tardado pero creo que estas serán las Jornadas de después de la pandemia y además, sin incidentes, algo que no es fácil cuando hay tanta gente», concluye.
Ahora es Alcañiz la localidad que se prepara para el siguiente acto y último previo antes de Semana Santa. Del 1 al 3 de abril será sede de las Jornadas de Convivencia de la Ruta del Tambor y el Bombo, una institución que confía en poder celebrar como se merece los 50 años que se cumplieron en 2020.