En el séptimo lunes desde que se declarase el estado de alarma escribimos una nueva página de nuestro Diario de un confinamiento junto a Bartolomé González, presidente de la agrupación de Protección Civil del Bajo Aragón. González nos cuenta su experiencia en las calles y también a qué dedican sus esfuerzos en estos días tanto él como sus compañeros.
¿Qué tal estás?
Bien. Cansado ya de tanto confinamiento pero estamos perfectamente.
Desde Protección Civil no habéis parado, ¿qué labores realizáis?
Cuando llegó la pandemia a través de la Comarca del Bajo Aragón se mandó una carta a los ayuntamientos para saber si había necesidad de material de protección. Nosotros nos hemos dedicado principalmente a repartir mascarillas y esos materiales en los polígonos industriales a los trabajadores, a policía local… A parte de eso también hemos hecho algún que otro reparto de alimentos en residencias.
Habéis tenido pues que reorientar vuestras tareas...
Sí. Casi todos los preventivos o servicios que teníamos estaban supeditados a grandes masas. Ahora, al estar todo anulado, nos dedicamos más a esas labores de reparto y a colaborar con los cuerpos de seguridad.
¿Con cuántas personas cuenta ahora mismo la agrupación del Bajo Aragón?
Somos 13 voluntarios pero estamos actuando unas 5 o 6 personas. Al resto los llevo en el corazón porque o están enfermos o se encuentran trabajando y no pueden colaborar con nosotros, aunque me consta que les gustaría.
Sois voluntarios, utilizáis vuestro tiempo en ayudar a los demás…
Por supuesto. Todo es voluntario. Somos conscientes del riesgo que corremos cuando salimos, pero aún así queremos colaborar todo lo posible. Además, quiero agradecer si me permites el que contaran con nosotros para el reconocimiento que se hizo en Alcañiz a los cuerpos de seguridad y sanitarios. Fue emocionante.
¿Cómo te sentiste en ese momento?
La verdad es que muy orgulloso de pertenecer a esta gran familia que es Protección Civil, y muy orgulloso también de cumplir con nuestra labor. A algún compañero hasta se le saltaban las lágrimas.
¿Qué os transmiten las agrupaciones de otras comarcas con las que tenéis relación?
Que colaboran de buen gusto y que a veces incluso los voluntarios pueden pensar que no están colaborando lo suficiente. No obstante, yo desde aquí les quiero decir que toda la colaboración siempre es bienvenida, sea mucha o poca.
Estáis en las calles, ¿qué situación recogéis?
Creo que ha habido cierta evolución. En los pueblos pequeños la gente está bastante concienciada, siempre hay alguna persona que no, pero yo puedo decir que veo poco coche, poca gente, salen a lo necesario y se vuelven a casa.
A este respecto, ¿cómo fue el domingo?
Estuvimos dando vueltas. Nosotros no podemos sancionar, pero en el 90 o 95% de las ocasiones los padres son conscientes de que deben proteger a sus hijos y creo que todo fue bastante bien.
¿Algún mensaje que te gustaría mandar?
Sí, quiero decir que esto se acabará en algún momento pero todo el mundo debe concienciarse. Para poder salir debemos cumplir con las normativas establecidas. Mucho ánimo a todos, especialmente a personas mayores y a los jóvenes.