Los históricos chopos cabeceros del río Guadalopillo lucen como hace décadas. Berge ha acogido este sábado la XI fiesta del chopo cabecero en una jornada en la que se ha resaltado el valor natural y antropológico de los denominados chopos cabeceros, una variedad de álamo negro que históricamente y durante décadas se poda de tal manera que los ejemplares alcanzan una longevidad extraordinaria y adquieren una morfología que se caracteriza por un tronco muy ancho, unas ramificaciones muy contundentes y unas finas ramas que crecen a gran altura. De este modo decenas de personas han participado en la tradicional labor de escamondar, es decir, llevar a cabo la poda del chopo cabecero.

Se trata de una fiesta que en sus más de 10 años de andadura ha tenido lugar en distintas localidades de las cuencas del Martín, Guadalope, Piedra y Huerva entre otros y que pretende visibilizar un patrimonio cuyo abandono está directamente ligado a la despoblación de las zonas rurales. El problema, tal y como explicaron desde la organización. se agrava al ubicarse estos árboles en las zonas más despobladas de la cordillera Ibérica. El futuro es muy incierto, muriendo cientos de árboles todos los años y amenazando a medio plazo con su total desaparición. «Decicimos apostar por visibilizar el enorme potencial existente que crea además unos paisajes inigualables y que son el resultado del medio natural con la intervención humana», explica Chabier de Jaime, investigador y uno de los impulsores de la fiesta.

Lo cierto es que durante toda la jornada los vecinos de la localidad se han volcado en esta jornada lúdica y festiva. Además de acudir a los chopos centenarios de la riera, los vecinos han participado en una multitudinaria comida de hermandad. Previamente ha tenido lugar una plantada de chopos junto al Guadalopillo, así como música y una actuación de folklore aragonés. «Estamos muy contentos de ser los anfitriones en esta ocasión de la fiesta del chopo cabecero. Mucha gente desconoce lo que tenemos aquí y esta es la mejor manera de ponerlo en valor», ha explicado Juan Antonio Lej, alcalde de Berge.
La fiesta ha contado, de igual modo, con apoyo institucional. Hasta la localidad se ha desplazado el presidente de la Diputación Provincial de Teruel, Manuel Rando, quien ha puesto de manifiesto la importancia de potenciar y poner en valor este patrimonio natural y antropológico. «Soy de un municipio, Calamocha, que tiene el mayor número de chopos cabeceros de España. Tenemos un patrimonio que debemos de conservar y sobre todo debemos darlo a conocer», ha comentado Rando.
Asimismo, durante la jornada se ha presentado el proyecto Escamondart del joven artista de la localidad de Fuentes Claras, Darío Escriche. Un proyecto en el que se integra la cultura rural y los chopos cabeceros .