Los grandes beneficiarios del temporal son los campos y montes bajoaragoneses, ávidos de precipitaciones abundantes en plena época de nascencia. Desde los sindicatos agrarios valoran de forma muy positiva los efectos de la borrasca llamada Gloria. «Ya lo dice el refrán, año de nieves, año de bienes. El agua para el invierno es muy buena y toda la que venga, bienvenida sea», señaló el presidente de la cooperativa de Pueyos, Juan Carlos Brun, quien resaltó que las previsiones de agua para este martes son «aún mejores». «Si llueve todo lo que dice la AEMET sería maravilloso», concluye.
La Confederación Hidrográfica del Ebro alertaba este lunes a última hora de «crecidas importantes» en las cuencas del Matarraña y el Guadalope.