Hace ahora varios años Calaceite decidió darle un giro a su habitual Feria del Aceite y unirla a otro tipo de productos que consiguieran atraer hasta la capital cultural del Matarraña al público familiar. Un giro a la tradicional cita que permitiera disfrutar de sus calles mágicas, del patrimonio y del encanto de uno de los pueblos más bonitos de España. Este fin de semana ha quedado claro que el objetivo está más que conseguido, tras poner fin a una III Feria de Navidad y XXXIV Feria del Aceite que ha vuelto a atraer a numeroso público tanto de localidades cercanas como de fuera de Aragón, especialmente Cataluña y Comunidad Valenciana.
Un total de 39 puestos entre los dedicados a los productos navideños y los aceiteros, han copado las calles de Calaceite ofreciendo un recorrido mágico que comenzó a brillar especialmente durante la tarde del sábado. Fue entonces cuando tuvo lugar uno de los actos más esperados: el encendido de luces. Tras el discurso de la alcaldesa, Carlota Núñez, y el del presidente de la D.O. Aceite del Bajo Aragón, Alfredo Caldú, la Plaza de España se unió en una cuenta atrás que concluyó con el encendido del árbol central y de toda la decoración navideña. A este evento asistieron numerosos representantes políticos, entre ellos la Consejera Mayte Pérez, conocedores de la importancia de esta cita para el Matarraña y para los productores de aceite de oliva.
Tras el encendido los más pequeños y sus familias pudieron disfrutar de la visita de Papá Noel. Avisando con el tintineo de una campana hizo su aparición en la fría tarde del sábado para situarse en la acogedora caseta que el AMPA le había dispuesto. Las caras de ilusión de los más pequeños lo decían todo al entregar las cartas que con tanto cariño habían preparado. Además, las familias pudieron llevarse un bonito recuerdo del momento con unas fotografías imantadas.
Durante la tarde del viernes y las jornadas del sábado y el domingo centenares de visitantes pudieron llevarse a casa diferentes variedades de aceite de oliva y aceitunas; además de adelantar sus compras navideñas con productos como figuritas de belén, adornos, libros, flores, productos textiles, complementos… Además, también tuvo gran peso la parte agroalimentaria, con gran oferta de embutidos tradicionales, quesos, dulces e incluso vinos o almendras garrapiñadas elaboradas al momento.
No obstante, la Feria de Calaceite destaca por su componente social. Entidades y asociaciones de la localidad también tuvieron sus propios puestos. La Asoc. de Santa Águeda, por ejemplo, estuvo vendiendo números para el sorteo de una gran cesa que habían preparado; el AMPA ofreció vermut a precio popular en la Lonja del Ayuntamiento; y la Escuela de Músicos y la Asociación Kalat-Zeid estuvieron también vendiendo sus productos para conseguir fondos con los que financiar las próximas actividades que tienen previsto organizar. Además, los jóvenes de 4º de la ESO ofrecieron también productos para poder costearse el viaje de fin de curso.
En cuanto a las novedades de esta cita destaca la ausencia de la pista de patinaje sobre hielo, puesto que como explicó tanto la alcaldesa como el concejal de Feria, Fran Gasulla, se quiso ceder ese espacio a la Feria del Aceite. Además, se apostó por el alquiler de nuevas casetas de madera que han permitido mayor comodidad para los expositores durante el frío fin de semana, ofreciendo también un espacio diferenciado, decorado y con gran amplitud. No obstante, los jóvenes tuvieron otras opciones de ocio, puesto que también se instaló una zona de juegos y realidad virtual para que todos disfrutaran del fin de semana más mágico en Calaceite.