Los 4.455.786 euros que regirán las arcas municipales, -a los que se suma algo más de un millón del Instituto Municipal de Servicios Sociales para el Centro Residencial-, fueron calificados por el equipo de gobierno de «austeros y realistas» y aseguraron estar «muy satisfechos de ellos». Principalmente, y como característica primera a resaltar, porque congela los impuestos. «Donde mejor está el dinero de los calandinos es en sus bolsillos», dijo el concejal de Hacienda, Óscar Luengo en el pleno de este viernes. Las inversiones son el capítulo con más dotación con más de 2 millones de euros. Se contemplan 600.000 para la compra de un nuevo camión de basura y también se prevé la adquisición de dos furgonetas (una para la brigada y otra para asociaciones). 78.000 serán para iniciar la ampliación del cementerio, así como 100.000 para trabajos de restauración del castillo de los que el 40% están subvencionados. La mayor partida es de 843.000 euros y está subvencionada en su totalidad. Esta se destinará al desarrollo de parcelas del polígono para «fomentar el empleo y la instalación de empresas». También hay planes para el pabellón multiusos que «será del siglo XXI pero poco a poco» y primero comenzarán por un concurso de ideas.
En otros capítulos se han contemplado otras acciones, entre ellas, ayudas al fomento de la natalidad sin cantidad fijada aún, o bonificación a jóvenes que rehabiliten o construyan una vivienda en la localidad. También se incluye la renovación de las máquinas del gimnasio en mal estado, continuar con la feria de San Miguel y casi 10.000 euros para trabajar en que Calanda se parte de la Ruta Mariana, algo que «repercutirá en turismo y posición».
Perseguir a quienes no contribuyen en tiempo y forma es otro de los objetivos. «Hay conceptos con impagos desde hace cinco años que ascienden a cerca de 190.000 euros», añadió Luengo que aseguró en estos meses de legislatura, «con insistencia», han conseguido recaudar 30.000. Se dedicarán además «diez veces más» esfuerzos en arreglo de caminos. «De 2.500 euros que se destinaron anteriormente, a 25.000 que tenemos contemplados», explicó el concejal quien recordó que el poder de decisión para invertir del equipo de gobierno es mínimo. «Más del 75% está condicionado, nos viene una avalancha de gastos a los que tenemos que hacer frente, así que, ¿con qué dinero vamos a trabajar? No vamos a contar con grandes subvenciones que luego quizá no lleguen como ha sucedido alguna vez», concluyó el concejal del PP.
La oposición optó por la abstención y lamentó no haber dispuesto de más tiempo para estudiar las cuentas. Recriminó al equipo de gobierno escudarse en lo que viene dado para no crear más inversiones. «Hay que seguir con lo iniciado y mientras, tendréis que plantear vuestros proyectos y financiaciones, algo que espero que no dejéis para el último año», dijo Esther González. Apuntó como ejemplo a la subvención para restaurar el castillo, que «solicitó la corporación anterior». En total, unos «268.000 euros ya están ejecutados y que no deberían figurar en inversiones». Mostraron su desacuerdo en que los 10.000 para la Ruta Mariana salgan del bolsillo de todos los calandinos ya que «el Pilar es de la iglesia, no es propiedad municipal». Sugirieron que esta partida podría haberse destinado al pabellón. «Fuisteis muy insistentes durante cuatro años con su arreglo y vemos que este año no se va a hacer nada más allá de un concurso de ideas y esta instalación sí que la emplea todo el mundo», añadió Victoria Sánchez.
Polémica con la piscina
La climatización de la piscina salió a colación cuando el alcalde tomó la palabra al cierre del debate. «Se vendió que costaría 300.000 euros y así fue porque hubo presiones a los técnicos», dijo Alberto Herrero. Sin embargo, la realidad es que desde que llegamos al gobierno ya «hemos pagado varios modificados y nos quedan más. Climatizar la piscina saldrá, al final, por 480.000 euros», concluyó Herrero quien, ante las peticiones de la oposición de aclarar con nombres y pruebas esas supuestas presiones, aseguró que «si los técnicos quisieran, yo no tendría ningún problema en aclarar lo que sea».