El desfile de carrozas y el chupinazo calentó la jornada de la víspera del Pilar en Calanda.
Intensa mañana la vivida ayer en Calanda como aviso a lo que se avecina para hoy, Día del Pilar. Los vecinos salieron y dejaron claro que tienen ganas de fiesta. El buen clima fue un gran aliado en una mañana que llenó terrazas y calles en la jornada del chupinazo y el desfile de carrozas.
Todo comenzó a las doce del mediodía cuando las reinas pronunciaron unas palabras desde el balcón y prendieron la mecha del cohete.
En el estallido de la fiesta, las miradas rápidamente se fueron del balcón, al centro de la plaza donde ya aguardaba la imagen de la Virgen. Hoy será revestida de flores en la ofrenda pero ayer recibió el cachirulo de manos de María López. Es miembro de la Asociación Cultural Calandina Interpeñas y este año fue la elegida para ponerlo.
«Nosotros tenemos la fiesta en julio y en octubre siempre colaboramos con el Ayuntamiento como ellos con nosotros y poner el pañuelo ha sido emocionante. Hoy empiezan las fiestas más importantes para Calanda», dijo rodeada de sus compañeros.
La mañana fue de las carrozas que durante un par de horas recorrieron las calles antes de regresar a la plaza donde esperaba una lluvia de regalos con el estallido de la traca.
Además de la visita a las Reinas al centro residencial Calanda y de la verbena de la noche, la jota fue la protagonista durante el resto de jornada. Por la tarde, con el Festival del Cachirulo y más tarde, con una ronda a partir de medianoche.
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