Los disfraces aportaron color en municipios como Caspe, Beceite, Valdeltormo y Arens de Lledó
Las celebraciones del Carnaval continuan en el territorio. Los caspolinos disfrutaron de lo lindo durante y la tarde y la noche de ayer sábado. Ataviados con disfraces de todo tipo, grandes y pequeños comenzaron la ronda por las calles del pueblo en la calle Barcelona a las cinco de la tarde. Desde allí emprendieron la marcha hasta llegar al pabellón polideportivo acompañados por la música de la charanga.
Y es que había ganas de carnaval en Caspe. Pese a que este año la fiesta llegó algo más tarde de lo habitual, cientos de vecinos se echaron a la calle para disfrutar de una agradable jornada festiva. Entre los caspolinos, disfraces de todo tipo: desde los habituales de Super Mario, Pikachu o súper héroes varios, pasando por un pavo real, Maléfica, alumnos de Hogwarts (Colegio de magia de Harry Potter) o astronautas, hasta un barco pirata, galletas con sus monstruos de las galletas correspondientes, unicornios o los juguetes de Toy Story
En Beceite, a pesar del frío, vecinos de todas las edades acudieron al Palau. La convocatoria logró reunir a personas de todas las edades, tanto niños como adultos, que no quisieron perderse la cita carnavalesca. La localidad fue una de las últimas de todo el Matarraña en celebrar el carnaval. Los participantes se concentraron a las 18.00 y recorrieron todo el casco urbano del municipio para después asistir a una gran merienda de hermandad.
Además de la tradicional afluencia de niños beceitanos, en esta ocasión fueron varias las peñas adultas que acudieron caracterizados con sus disfraces y amenizaron las fiestas.