No faltaron los super héroes, las princesas ni el mismísimo Puigdemont
Las gélidas temperaturas y el cierzo que reinaron ayer en todo el territorio no fueron ningún impedimento para celebrar el Carnaval, con los niños como protagonistas principales. En Alcañiz el público infantil desplegó su simpatía, creatividad y ganas de pasarlo bien durante la celebración del Carnaval que, por primera vez, cambió el escenario de la Plaza España por las paredes del Pabellón Municipal debido a la bajada de las temperaturas. Los niños y niñas, de 3 a 12 años, demostraron que la mejor manera de hacer frente al frío es bailar. Piratas, princesas, unicornios, súper héroes o trapecistas de circo, todos bailaron al ritmo de «Despacito», «Celia Cruz» o temas de las películas Disney del momento. Para reponer fuerzas, nada como el tradicional bocadillo de pan y chocolate para continuar con los juegos de animación que preparó el ayuntamiento de la localidad.
A las doce de la noche fue el turno de los adultos. Las cuadrillas de amigos comenzaron el recorrido de los bares acompañados por la charanga. Así, con la alegría propia de esta festividad, contagiaron su buen humor a lo largo de las calles más céntricas, hasta desembocar en el pabellón para participar en el concurso de disfraces.
Valderrobres, Calanda, La Puebla de Híjar, Ariño y Samper de Calanda, entre otros, también reservaron la tarde para los más pequeños. Calles y plazas se llenaron de color y música desde primera hora para festejar el Carnaval. Hasta el mismísimo Carles Puigdemont abandonó Bruselas por una tarde para dejarse ver por el pub Lugus de Samper de Calanda, donde los superhéroes jugaron un papel destacado. No faltaron las princesas ni los animales en la mágica plaza de España de Valderrobres ni el gran desfile con charanga de Calanda. Por la noche, los protagonistas fueron los adultos en discomóviles y orquestas.