A diferencia de otros 12 de agosto, el de este año no ha tenido ni color ni peñistas gritando ‘¡Viva Caspe! ¡Viva San Roque!’ bajo el balcón del Ayuntamiento de Caspe. El de este año no ha contado con ninguna actividad festiva, dadas las circunstancias sanitarias en las que se encuentra la localidad. De hecho, la comarca del Bajo Aragón-Caspe continúa en la fase 2 en la que está inmersa desde el pasado 23 de junio.
Ante esta situación, Pilar Mustieles, la alcaldesa de Caspe explica que «la sensación es triste, ya que tendríamos que haber empezado las fiestas pero tendremos que esperar al año que viene para celebrarlas con más fuerza e ímpetu, si cabe». Además, recuerda que no se pueden hacer agrupaciones de más de diez personas y que la zona «está en resigo». Sobre todo, incide en la «responsabilidad y la prudencia» por parte de todos los vecinos y vecinas de Caspe: «No estamos como para hacer aglomeraciones multitudinarias».
Respecto a los sentimientos del resto de ciudadanos en esta situación, Mustieles cree que «en general están concienciados, ya que ocurrió lo mismo con las fiestas del Compromiso y saben que lo importante ahora es tener paciencia y salir cuanto antes de esta situación».
En este sentido, Mari Bondía, presidenta de la Asociación de la Mujer Caspolina, coincide en que también están apenadas, dado que eran una de las agrupaciones más participativas de las fiestas. Cada año eran las encargadas de decorar una carroza de disfraces para salir en el desfile que tenía lugar por las calles de Caspe.
Del mismo modo, nunca faltaban en las ofrendas que se realizaban durante la semana de fiestas, tanto la ofrenda de flores para la Virgen, como en la ofrenda de frutos para San Roque.
Bondía reconoce que desde la asociación están viviendo estos días con mucha tristeza, pero que «lo más importante es que todos estemos al año que viene para poder celebrar estas fiestas«. Además, invita a la gente a que se lo pase «lo mejor posible, dentro de las restricciones establecidas». Pero sobre todo, se une al mensaje de la alcaldesa y hace también una apelación a la responsabilidad ciudadana.
Desde hace 50 años y de manera ininterrumpida, músicos caspolinos han amenizado estas fiestas, en numerosos y diversos actos. «Actualmente, en esta situación, hemos querido adoptar también medidas especiales. Estamos en unas fiestas que solo existen en el corazón, porque no están en la calle, y algo había que hacer» explica, Manuel Conte, presidente de la Banda Municipal de Caspe. Además incide en las virtudes de la música, «ya que esta no es transmisora de ningún virus y puede venir bien para los problemas psicológicos que también están derivando de la pandemia».
Un grupo de quince músicos voluntarios, manteniendo las distancias, ofrecerán un concierto de música el sábado 15 a las 22.00 en Caspe. Los objetivos de este concierto son «recordar a la gente que esto lo vamos a vencer, y porque la música nos anima, porque queremos recordar que estamos en fiestas, y porque el año que viene cuando volvamos a escuchar estos acordes habremos olvidado todo esto», explica Conte. Además añade que los primeros que necesitan este concierto son los propios integrantes de la banda, ya que «un músico se hace con los años, pero tarda segundos en dejar de ser músico. Parar la actividad de la Banda municipal corre el riesgo de que no se vuelva a retomar».
Del mismo modo, desde la Asociación de Profesionales Empresarios y Comerciantes de Caspe y Comarca han querido también hacer algo en estos días de fiestas para animar a la población. Es por ese motivo por lo que han organizado una «Gymkana de San Roque». Esta consta de alrededor de 30 escaparates con iconos «muy tradicionales» representativos de estos días. «De alguna forma queríamos que se sintiera que estamos en fiestas», explica Cristina Bret, de APECC. La población tiene que buscar esos iconos, hacerse una fotografía con los elementos que haya y enviarlas a la asociación. Posteriormente se publicarán esas imágenes en sus redes sociales.
Al finalizar el mes de agosto, anunciarán el ganador de la Gymkana, quien recibirá el premio que consiste en una serie de experiencias náuticas en el Mar de Aragón. Desde APECC animan a «salir con responsabilidad y a no tener miedo a ir a los establecimientos locales».