Un año más Castelserás llevó a cabo su tradicional colocación del álamo en medio de la plaza del pueblo, como primer paso para realizar el próximo 19 de enero su Monumental Hoguera de San Sebastián. Este domingo, los vecinos se volcaron con esta actividad que refleja la unión del pueblo y la importancia de mantener viva una de sus tradiciones más representativas.
«Es de las típicas cosas que debemos fomentar siempre», reivindicó Óscar Soriano, alcalde de la localidad, quien vivió con emoción su «primera puesta del álamo» como primer edil. «Nos une como pueblo, nos une en un proyecto común y nos une en aquellas cosas que necesitamos para salir adelante en el mundo rural que son las costumbres», concluyó.
El trabajo en equipo es lo que definió la jornada, donde grandes y pequeños aportaron su granito de arena para que todo saliera según lo planeado. «Es una alegría estar junto con todo el pueblo, trabajando y estirando todos», afirmó el alcalde, quien aseguró sentirse orgulloso de «un proyecto que es de todos los castelseranos». Esta tradición se vive con «mucha responsabilidad» y algunas veces con preocupación «para que todo salga bien», indicó.
Las labores comenzaron a las nueve de la mañana, cuando los vecinos salieron a cortar el álamo, previamente seleccionado, a la ribera del río Guadalope. »Ha habido suerte porque el árbol escogido que hemos cortado no se ha roto mucho y hemos decidido que podía seguir valiendo para adornar la hoguera», explicó Santiago Altaba, uno de los coordinadores.
Una vez obtenido el tronco de más de 20 metros de longitud, llegó la hora de transportarlo hacia la plaza del Ayuntamiento, también denominada Plaza del Rolle. Se hizo con la ayuda de cinco animales, un tiro de mulos «muy espectacular» según los vecinos que se unieron en procesión hasta la llegada a la plaza. Durante el camino se hicieron frecuentes paradas para que los animales pudieran descansar, pero también para seguir con el protocolo de la tradición.
En torno a las doce del mediodía, el álamo ya estaba listo para su colocación. Con la plaza llena de gente, los vecinos observaron las labores de preparación para el momento más decisivo, la puesta en vertical del tronco. «Aunque parezca que hay un bullicio de gente, más o menos cada tarea está organizada. De pronto te das cuenta de que la gente deja de hablar y cada uno cumple con su labor, todo se reorganiza de forma mágica», firmó Altaba. Y es que esta compleja tarea, además de la fuerza, implica mucha coordinación.
Finalmente, la colocación del álamo fue todo un éxito respaldado por los aplausos de los vecinos y también por la ilusión de los más jóvenes por su fiesta, que llegará a su punto álgido el próximo fin de semana. «Todos los años estamos aquí al pié del cañón, esto une mucho y es nuestro», afirmaron Enrique y Sergio, participantes en las labores.
Será el próximo 19 de enero cuando el álamo arda en medio de la Monumental Hoguera, en un ritual espectacular que define la esencia de los castelseranos. No obstante, antes del gran momento, arderá la hoguera de los quintos, cuya puesta de álamo también se realizó este domingo.