Varias localidades del territorio han celebrado el «jueves lardero» o también conocido popularmente como «choricer», «choricé» o «panete». Y como manda la tradición se ha disfrutado por cuadrillas, por grupos de amigos y por familias en poblaciones como Alcañiz, Torrecilla, Castelserás o Urrea, entre otras. En Calanda, organizado por AMPA del colegio, los pequeños se han acercado hasta el polideportivo del Cabezo donde han tenido lugar activdades lúdico – deportivas y reparto de bocadillos.
Como no puede ser de otra manera la gastronomía ha sido una pieza fundamental en esta celebración y no han faltado en las mesas los productos cárnicos derivados del cerdo como el chorizo o la longaniza y las «bolletas» que son panes que guardan en el interior un trozo de embutido.
En el caso de Alcañiz, muchos vecinos de todas las edades, se han desplazado al campo para disfrutar del tradicional ‘choricer’. Kilos de longaniza, jamón, cordero, morcillas y sobre todo chorizos, han sido el manjar en un día semifestivo que se ha convertido en una de las fechas más señaladas del calendario. Y también, como la tradición manda de un tiempo a esta parte, muchos han acudido a disfrutar de la jornada campestre en los ‘masicos’; pero también otros tanto lo han hecho acercándose a los parajes naturales que rodean a la capital del Bajo Aragón como son La Estanca y el Santuario de Pueyos y la propia ribera del río Guadalope. Como es habitual, las panaderías y las carnicerías han trabajado a destajo hasta el mediodía para atender a todos los que han preparado prepararon el Jueves Lardero.
Recordar que esta celebración se remonta a finales del Medievo. De hecho, como es sabido ‘lardero’ procede de la locución latina ‘lardum’, que hace referencia a la grasa del cerdo. Este día se entendía como una fiesta de despedida de la carne, ya que una semana después concretamente el miécoles de ceniza comenzaba la Cuaresma, un periodo en el que era obligatorio la abstinencia y el ayuno.