La patronal quiere llegar a un acuerdo con la constructora para que sus afiliados reciban información sobre subcontratas y poder presentar ofertas
El Gobierno de Aragón colocará hoy la primera piedra del Hospital de Alcañiz en un acto simbólico que dará paso al inicio de las obras de construcción de la nueva infraestructura sanitaria bajoaragonesa después de que ayer se firmara el acta de inicio de los trabajos. Las obras se prolongarán hasta 2021 y tendrán un coste total de 57,7 millones con financiación plurianual que ejecutará la UTE OHL-Dragados. El futuro Hospital supondrá un gran avance para la asistencia sanitaria de los bajoaragoneses puesto que todos sus servicios mejorarán sus recursos (más quirófanos, camas, consultas…) y se contará con la demandada y necesaria unidad de UCI. No obstante, una obra de casi 60 millones de euros también puede suponer un revulsivo económico para la zona si se cuenta con trabajadores y empresas del territorio.
Todos los agentes sociales y económicos coinciden en que es fundamental y de hecho la Confederación Empresarial Turolense (CEOE Teruel) ya está trabajando en ello. Tiene previsto retomar el contacto con la UTE para firmar un convenio por el cual sus asociados reciban «información privilegiada» de las necesidades de la constructora a medida que avancen las obras. Es decir, que conozcan cuándo la UTE pretende subcontratar servicios para así presentar su oferta. Desde suministro de materiales a alquiler de maquinaria y medios auxiliares o subcontratas de gremios como carpintería, cristalería, fontanería, electricidad o climatización, entre otros. «Queremos que nuestros afiliados tengan acceso a información de primera mano para que puedan optar a todos los contratos», explica su presidente, Carlos Torre. CEOE Teruel ya cerró un convenio de estas características con OHL en primavera de 2015 para la construcción del Hospital de Teruel que también estaba apalabrado para el de Alcañiz. Sin embargo, en el caso del de la capital bajoaragonesa nunca llegó a firmarse por escrito debido a que se paralizó con las elecciones autonómicas y el cambio de modelo posterior por parte del nuevo gobierno, que obligó a comenzar de nuevo el proceso de licitación.
La contratación de personal y empresas de la zona es lo que puede marcar la diferencia sobre la verdadera incidencia económica de las obras en el territorio. Así lo certifica el presidente de la Asociación de Constructores de Teruel, Pedro Rodríguez, quien remarca que si no se realizan contrataciones en el territorio las obras tan solo tendrán impacto en el consumo y hostelería (reserva de habitaciones y alquiler de pisos). «Lo que interesa son los sueldos autóctonos para que las rentas se queden aquí», incide Rodríguez. En la misma línea se muestra su homólogo en la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa de Teruel (CEPYME), Juan Ciércoles. «Tan solo si se contrata a gremios de la zona se incentivará la actividad empresarial, es imprescindible que venga de fuera lo menos posible», afirma el andorrano.
Podrían trabajar en el día a día de la obra alrededor de 150 personas de media según constatan fuentes expertas aunque el número final dependerá del ritmo que lleven los trabajos.
Las obras también repercutirán económicamente en el Ayuntamiento de Alcañiz. La UTE debe pagar al Consistorio para poder comenzar los trabajos alrededor de 2 millones de euros por la licencia de actividad y la tasa de expedición de documentos. Unos ingresos muy bien recibidos por las arcas municipales y a los que habrá que sumar 200.000 euros que el Gobierno de Aragón aún debe de las expropiaciones de los terrenos en los que se construirá el Hospital. «DGA debe cumplir con sus obligaciones, el ejecutivo anterior hizo frente a 800.000 euros y ahora el actual debe abonarnos los 200.000 euros que faltan. El acto de hoy será muy bonito y simbólico pero les pedimos que no se olviden de sus obligaciones», asegura el alcalde de Alcañiz, Juan Carlos Gracia Suso. El primer edil alcañizano también destaca la repercusión que tendrá el nuevo Hospital en la mejora de la asistencia sanitaria para la población del Bajo Aragón Histórico, que contarán con «más y mejores servicios».
En el aspecto funcional el nuevo Hospital supondrá toda una revolución debido a que aumenta notablemente su capacidad con sus 157 camas de hospitalización, la calidad de las instalaciones y los nuevos servicios. El principal, los 8 puestos de la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos), donde estarán ubicados aquellos pacientes en un estado de salud grave y que por ello, necesitan tener una monitorización de sus signos vitales y un control más exhaustivo por parte del equipo sanitario.
Como novedad, también contará con un Hospital de Día Quirúrgico con 8 camas cuya finalidad es acoger los post operados de cirugías menores que no necesiten ingreso en planta. Además, habrá 10 camas de Salud Mental para tratar pacientes con patologías psiquiátricas en su fase aguda. También contará con una unidad de Convalecencia con 28 camas donde ingresarán pacientes que precisan realizar una larga estancia ya que siguen necesitando el seguimiento de diversos especialistas sanitarios. Asimismo, también habrá 4 camas de la unidad de Cuidados Paliativos, cuya finalidad es ofrecer medidas de confort al enfermo y a sus familiares para así mejorar la calidad de vida de pacientes.
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