Las intervenciones de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, han comenzado esta semana en Oliete y Fuenferrada y tienen un plazo de ejecución de tres meses. Los trabajos contemplan la retirada de tapones, restitución de erosiones en márgenes de ribera, y el desbroce de vegetación seca, con eliminación de ejemplares casi caídos, que puedan provocar afecciones a la sección de desagüe, aumentando el riesgo de desbordamientos y daños en futuras crecidas. Estas acciones afectan, no obstante, también a los términos municipales de Ariño, Alcaine y Alloza.
Los trabajos se enmarcan dentro del Programa de conservación de cauces que la Confederación Hidrográfica del Ebro desarrolla en toda la cuenca para mantener en buen estado los cauces, detectar zonas potencialmente peligrosas, mejorar la capacidad de desagüe y en caso de avenidas, evitar desbordamientos.
Estas actuaciones se integran en el Plan de Gestión de Riesgo de Inundación del Ebro (el PGRIEbro), que responde a una fórmula básica 3P+R: prevención, protección, preparación y reparación, esta última dirigida a la recuperación y revisión tras las inundaciones. La revisión de este Plan para el próximo sexenio, hasta 2027, se encuentra actualmente en consulta pública, abierto a la participación de toda la sociedad.
Ebro Sostenible
Como recuerdan desde la CHE, este proyecto responde a los principales ejes de acción de la CHE definidos para un Ebro Sostenible. El eje 4 es precisamente renovar la visión de la dinámica fluvial, que recoge tanto la necesidad de incorporar nuevas medidas ambientales e implantar caudales ecológicos, como el trabajo para devolver a los ríos el espacio que necesitan.
Los otros cuatro ejes que también guían los objetivos de la Planificación Hidrológica, son la mejora del conocimiento, la mejora de la gestión, las acciones para el buen estado de las masas de agua y la garantía de suministro para usos esenciales.