La fiesta se desató en el campo municipal de fútbol de Samper de Calanda este domingo cuando el árbitro pitó el final del encuentro en el que el equipo local se enfrentó al Chiprana C.F. Ese pitido hizo saltar al campo a toda la afición que vestía el color verde del equipo visitante, pues al ganar el partido, los chipranescos habían ascendido directamente a Regional Preferente. Los gritos de alegría, la emoción, las bengalas e, incluso, los fuegos artificiales confirmaron que el Chiprana C.F. subía a Preferente. Entre el público se veían abrazos, alguna lágrima de emoción y la euforia que desató los nervios que tanto aficionados como jugadores habían pasado durante los 90 minutos previos al final del partido. Hasta allí se habían desplazado centenares de chipranescos e, incluso, amigos y aficionados caspolinos, que se hicieron notar animando al esquipo visitante.
La jornada había comenzado con un viento que no favorecía a quienes debían hacerse con el partido para ascender. El seco campo de tierra también dificultó alguna que otra jugada. Sin embargo, el marcador dio finalmente la victoria al equipo que había estado presionando y tirando a puerta la mayor parte del partido. De hecho, ya en el tercer minuto del encuentro, el jugador chipranesco Daniel Catalán marcó el gol que puso al público en pie. Sin embargo, poco duró la alegría para los verdes, pues en el minuto 10 los locales consiguieron empatar. Y así continuó todo el partido, con los nervios y la tensión a flor de piel, hasta que a 10 minutos de finalizar el partido un jugador samperino hizo una mano. Ahí llegó el momento decisivo para los chipranescos. Este penalti era la oportunidad para los visitantes de marcar otro gol. En la grada visitante se apreciaban los nervios, pero también se escuchaba a alguno de la afición pidiendo silencio para no desconcentrar a quien debía tirar a puerta.
José Repollés fue el encargado de aprovechar esa magnífica oportunidad de la que disponían para hacerse definitivamente con el partido. Tras varios minutos de tensión, Repollés chutó y el balón entró directamente en la portería del equipo rival sin que el portero pudiera hacer nada. La euforia y la locura se apoderaron de todos aquellos que vestían una camiseta verde en esos momentos, quienes también acompañaron al jugador a celebrar el gol. No eran pocos los que ya veían el partido ganado a tan solo unos minutos de que el encuentro finalizase. Ambos equipos siguieron luchando y, finalmente, se dio el partido por terminado. Entonces fue el momento en el que el campo de fútbol del Samper de Calanda C.F. se tiñó completamente de verde para celebrar algo que no ocurría desde hacía 24 años.
La temporada de 1998/1999 fue la última y única en la que el equipo chipranesco había logrado subir a Regional Preferente. Y, por ello, en la siguiente temporada, disputada en los años 1999 y 2000 este club pudo disfrutar de la competición de esta categoría superior. Tras 24 años desde aquel momento, todo lo ocurrido este domingo supuso también un hito histórico para la localidad y el club. Muchos de los que lograron en los 90 hacer que el Chiprana C.F. ascendiese no pudieron perderse esta segunda oportunidad que el equipo vivía. Ni ellos, ni el resto de vecinos, amigos, antiguos jugadores, familiares y aficionados.