La directora de Enfermería del Hospital de Alcañiz, Ángela Lara, se hubiera jubilado el viernes pero con la pandemia ha decidido pedir una prórroga. «Con esta situación no me puedo ir, no puedo dejar esto así. Cuando todo mejore y venga la vacuna, entonces sí», comenta en una noticia que forma parte del reportaje especial en el que La COMARCA reconstruye e ilustra con imágenes cómo se ha «sobrevivido» al coronavirus en el Bajo Aragón Histórico de la mano de los profesionales que han tomado las principales-y complicadas- decisiones de los últimos meses.
La labor de enfermería y de los auxiliares ha sido crucial en estos meses. Han sido los profesionales que han estado más cercanos a los pacientes durante su ingreso aportando a parte de su labor un componente afectivo durante el tiempo que han estado solos. «Esa época en la que no podían estar acompañados la recuerdo con horror. No pueden morir solos y ahora mismo en Cataluña aún ocurre. Mi hermana hace 15 días falleció sola», reconoce.
Buena cuenta del cariño que han dado es el que después reciben en forma de cartas de agradecimiento además de los cientos de «gracias» que han escuchado en persona durante todo este tiempo. «Los pacientes han estado muy bien tratados. Enfermería se ha volcado pero también auxiliares, administración, facultativos, celadores… todos con su labor han puesto su granito de arena. Tenemos cartas de agradecimiento de personas que han estado ingresadas y para las que el personal ha sido su soporte en esos días. Estamos muy agradecidos por ese cariño porque la población en general se volcó con nosotros», precisa.
Parte de ese cariño de la ciudadanía llegó a través del material de protección que entidades, asociaciones, empresas y vecinos a nivel particular hicieron llegar al sector sanitario y a los que agradecen su labor. Llegaron mascarillas, pantallas, trajes, delantales… Por ejemplo, entre otros, el Ayuntamiento de Alcañiz -del que Lara es concejal- compró 3.000 mascarillas ffp2, los coronamakers confeccionaron pantallas, las amas de casa elaboraron batas y el Colegio de Médicos compró 200 trajes lavables y reutilizables para la provincia que se dedicaron a las Urgencias de los centros de salud y hospitales.
«Teníamos las carencias que se sufrían a nivel mundial pero aquí en Alcañiz se ha llevado bastante bien lo de las epis. Seguro que hay gente que no está contenta y que quiere que le demos un ffp2 cada día pero hay que optimizarlas, eso es así. No solo aquí, en todos los sitios. No hemos podido dar todo lo que nos pedían pero sí lo necesario. El problema fue que al principio no sabíamos lo que venía y hubo que optimizar el material, pero creo que se hizo bien. No nos ha faltado y cuando ha escaseado hemos pedido», precisa la responsable de Enfermería, quien pone de ejemplo la cantidad de batas que recibieron, lo que evitó que, como en otros hospitales, tuvieran que fabricarse delantales con bolsas de basura.
Una labor, la de la racionalizar los epis, que reconoce que llegó a causar problemas personales en su momento que ya han quedado atrás. «La que proporciona las protecciones es la mala del equipo y las supervisoras de la planta, las que tienen que decir que no a su personal. Esa época de marzo y abril la recuerdo con horror, no sabíamos a qué nos enfrentábamos, cada día nos cambiaban el protocolo y mis responsables lo sufrían en su planta y yo con ellas», precisa.
Desde la dirección del Hospital también agradecen a los Servicios Centrales del Salud que no les hayan puesto ningún problema para realizar contrataciones de personal en estos meses, especialmente a José Ignacio Escuín, gerente de los sectores sanitarios de Alcañiz y Teruel hasta su jubilación hace un par de meses. «Siempre nos dio todo. Si ahora tuviéramos que contratar habría problemas porque las bolsas están vacías pero la situación era buena. En Enfermería partíamos con ventaja porque ya se habían habilitado plazas antes y contamos con una ratio de 10 pacientes por enfermera, que es lo que recomienda la OMS. No obstante, con todo, en algunos momentos ha habido algunas deficiencias», reconoce la directora de Enfermería.
Muy buena labor y muy humanitaria.