Un vecino acompañó con su coche a los dos vehículos que se movilizaron tras la llamada del padre de Iranzo
El ganadero José Luis Iranzo no fue el único civil que participó en las labores de búsqueda de Igor el Ruso. Un hombre guió a los agentes hasta las inmediaciones del Mas del Saso después de que el padre de Iranzo alertara por teléfono de que había escuchado disparos en el lugar tan solo nueve días después de la doble tentativa de homicidio de Albalate. De hecho, según consta en el sumario, esta persona pasó cerca del escenario donde Norbert Feher asesino a los dos agentes del equipo ROCA y se quedó a unos 200-500 metros (según los distintos testimonios) del lugar donde se acababa de asesinar al ganadero.
Según el atestado, cuando el Cuartel de Andorra recibió un aviso de la Central de que se habrían producido una serie de disparos en el Mas del Saso, los agentes allí presentes desconocían la ubicación exacta de este lugar ya que, como consta en las diligencias, lo conocían como El Ventorrillo. Así que uno de ellos llamó por teléfono a un amigo para consultarle y éste se ofreció a hacerle de guía con su propio coche. Hasta allí se desplazaron tres coches: primero iba el voluntario con su vehículo, después un Nissan Pathfinder oficial con cuatro agentes (capitán de la comandancia, alférez y dos guardias) y por último un Nissan Terrano oficial con los dos miembros del equipo Roca Víctor Romero y Víctor Caballero.
A la altura del kilómetro 18.500 abandonan la carretera A-223 para tomar un camino rural hacia el Saso. Antes de llegar a este paraje observaron a mano izquierda «un vehículo estacionado con las luces encendidas» enfocando hacia un masico, el de Juan el Hermoso. Ese coche era la pick up que Feher había robado a Iranzo tras asesinarle. Al «pasar a su altura», un oficial ordenó al equipo ROCA a través de los transmisores que se desviaran y verificaran dicho vehículo mientras ellos continúan su marcha hacia el Saso. No es hasta 200-500 metros de este paraje en el que el padre de Iranzo había escuchado disparos, cuando le piden al civil que «por motivos de seguridad» abandone el lugar él solo. Tras «comprobar y asegurar la zona no observan ninguna anomalía», según el atestado, por lo que regresan hasta donde habían dejado al equipo ROCA «unos veinte minutos antes». Una vez allí se encuentran al Nissan Terrano con las puertas cerradas y a los dos agentes tendidos en el suelo.
Cabe reseñar que al padre de Iranzo lo recoge otra patrulla que había llegado por un camino distinto. Y que es esa patrulla la que encuentra antes el cuerpo sin vida de su hijo.
La Guardia Civil peinó con Iranzo el Barranco de Valdoria
Que el ganadero andorrano José Luis Iranzo estaba ayudando a la Guardia Civil a buscar a Norbert Feher es una cuestión que queda fuera de toda duda. Lo hacía sin chaleco y en su propio vehículo, tal y como reconocen los agentes -incluidos el Capitán de Alcañiz y el Alférez Oficial Adjunto- en sus declaraciones como testigos de los hechos que recoge el sumario sobre el triple crimen de Andorra.
Iranzo, que denunció el 14 de diciembre por la mañana que habían entrado el día anterior en su masada rompiendo una ventana para llevarse unas veinte latas de bebida (Coca cola, cerveza y aquarius), comunicó que sospechaba que era la misma persona que había intentado matar a dos civiles en Albalate nueve días antes. También dijo a los agentes que intuía que podía estar escondido en el paraje conocido como el barranco de Valdoria, donde existen varias cuevas. Es un lugar de difícil acceso que no conocían los agentes, por lo que Iranzo se ofreció a guiarles.
De este modo, y ante el interés del Capitán de Alcañiz en conocer el lugar para establecer al día siguiente «un dispositivo mayor», Iranzo quedó con los agentes por la tarde, a las 15.45. En ese momento, salieron hacia el barranco en tres vehículos. Iranzo iba el primero con su pick up y un Guardia Civil. En el segundo vehículo, un Nissan Parthfinder, iban el Capitán, el Alférez y otro agente de Andorra; y, en el tercer coche, el Nissan Terrano, el equipo Roca.
Después de aparcar los vehículos en un lugar elevado, los siete -incluido Iranzo- comenzaron a descender el barranco. Cuando llegaron al punto más bajo, donde se inicia el cañón natural por el que se accede a las cuevas, Iranzo y el equipo Roca comenzaron el ascenso para coger los vehículos y recoger a las otras cuatro personas en el final de la senda que sale de las cuevas. Los agentes que inspeccionaron las cuevas coincidieron en que en ellas no se hallaba la persona que buscaban.
También recalcan todos que el «operativo» terminó a las seis de la tarde. Entonces, los agentes se fueron al cuartel e Iranzo abandonó el lugar con su vehículo. Cuando los seis guardias llegaron al acuartelamiento, el 061 recibió la llamada del padre de José Luis Iranzo alertando de los disparos que se estaban produciendo en su paridera y que acabaron con la vida de su hijo. Fueron estos seis guardias civiles los que asumieron el aviso, ya que la patrulla uniformada de Andorra estaba en ese momento en Híjar.
Este operativo es uno de los pocos que recoge el sumario en el que se especifican medios concretos utilizados (seis personas y un civil) y acciones reales de búsqueda (descenso de barranco e inspección de cuevas) anteriores al triple crimen de Andorra.
Con respecto al supuesto dispositivo del día 15, el Capitán de Alcañiz solo especifica que iba a haber un despliegue «mayor» al día siguiente.