Las comarcas intensifican estos días la ayuda a los colectivos y personas en situación de mayor vulnerabilidad a través de sus distintas vías, especialmente utilizando los servicios sociales. Es el caso de la comarca de Andorra-Sierra de Arcos, donde se han duplicado los esfuerzos, posibilitando así la atención a estos colectivos durante el estado de alarma. Para ello, se han mantenido los programas habituales adaptándolos a la nueva situación. Además se han puesto en marcha otros novedosos que pretenden atender nuevas necesidades surgidas durante este periodo.
En el servicio de ayuda a domicilio -SAD- se han redistribuido las tareas a realizar en los domicilios. Se han incrementado los casos atendiendo nuevas necesidades: compras de alimentos, medicinas, cuidados personales y acompañamiento. A las personas usuarias que han decidido darse de baja temporalmente, se les realiza un seguimiento telefónico continuado, posibilitando la atención de otras necesidades o la reincorporación al servicio si así lo requieren. El personal de SAD ha recibido formaciones específicas sobre prevención, atención de casos confirmados por COVID-19 y Equipos de Protección Individual; reforzándose el personal en el momento de colocación y retirada de EPIs, para garantizar todas las medidas de seguridad.
Se ha establecido una línea de acompañamiento psicológico para Auxiliares de SAD, con el objetivo de tener un espacio confidencial que favorezca la gestión emocional y reducir en lo posible la carga ansiosa, de tal forma que repercuta tanto en su bienestar como en la realización de un mejor servicio. Desde la institución comarcal apuntaron a que está aumentando la demanda de la unidad de trabajo social. Además añadieron a que permance la atención telefónica. Se atienden nuevas necesidades y continúa la atención y seguimiento de las personas y familias atendidas previamente desde Servicios Sociales, como perceptores de rentas mínimas y ayudas de apoyo a la integración familiar, familias con intervención familiar, personas mayores.
De igual modo, se continúa con el seguimiento telefónico de usuarios del servicio de estancias diurnas y usuarios externos y se lleva a cabo el apoyo telefónico a los grupos de ayuda mutua. De igual modo se mantiene el transporte a centros sanitarios. En cuanto al servicio de comidas a domicilio en Andorra, se lleva a cabo un seguimiento telefónico de las personas beneficiarias. Las personas que estaban siendo atendidas por ser víctimas de violencia de género siguen con el apoyo psicológico que además se amplia a afectados y familiares por coronavirus. Los posibles conflictos familiares están siendo seguidos por el denominado programa lúdico.

Otro de los nuevos proyectos que se está llevando a cabo es el denominado «Cartero Mágico», mediante el cual se intenta hacer más amena la recuperación y el tiempo de aislamiento de los pacientes enfermos por coronavirus y de las personas mayores que viven en residencias. Otra de las comarcas que intensifica esta labor es la del Bajo Aragón. A través del vehículo de transporte adaptado reparten hasta 70 lotes de comida por toda la comarca, que son reforzados gracias a la colaboración de Cruz Roja. De igual modo, las trabajadoras de ayuda social llevan comidas hechas y productos a las familias y mayores que así lo requieren, como en Calanda, donde se reparte la comida que se prepara en la residencia de mayores. «Estamos haciendo prácticamente lo mismo que ya se venía haciendo pero además estamos haciendo labores de reparto y facilitación de medicamentos, alimentos y comida preparada a personas mayores», explicó Luís Peralta, presidente de la comarca del Bajo Aragón.
Por su parte la comarca del Bajo Martín, la única institución que reparte comida caliente a domicilio durante todo el año, continúa con este servicio incluyendo a los ancianos que no podrán acudir a comer al centro de día comarcal al encontrase cerrado. Algunos de los días el reparto alcanza hasta 40 comidas díarias. «Les hemos dado la oportunidad de llevarles la comida a casa. La mitad lo han aceptado y el resto están con familiares o son válidos», explica la consejera de Servicios Sociales, Vanesa Pellicena. Albalate del Arzobispo, además del servicio de comidas a domicilio del Bajo Martín, desde siempre ofrece la posibilidad de dar de comer en la residencia municipal a personas no residentes.
Este último servicio se suprime para reducir al máximo la entrada de personas de la calle pero esta comida a no residentes se entrega a domicilio. En estos días además, si alguien más se quiere adherir, puede hacerlo. De igual modo la comarca del Matarraña ha empezado a repartir equipos de protección individual para el personal esencial de brigada de los Ayuntamientos de su delimitación territorial. El material, procedente del Centro de Emergencias 112 Sos Aragón, consiste en mascarillas de los tipos FFP1 Y FPP2, gel hidroalcohólico, guantes y pantallas protectoras.