La red de Hogares del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS) retoma poco a poco su actividad presencial coincidiendo con la entrada de la Comunidad en la fase 3 de la desescalada. Los dos primeros servicios en ponerse a disposición de los socios son el de peluquería y podología en 20 de los 31 centros que conforman esta red.
En el territorio, los centros de Alcañiz, Andorra y Torrecilla de Alcañiz son los únicos que ofrecen ambos servicios. En Calanda, solo prestan el servicio de podología, ya que la persona encargada de la peluquería está de baja; mientras que en Utrillas, al funcionar el hogar como una residencia solo prestan los servicios a los mayores internos y esperarán para recibir visitas del exterior.
Para la vuelta progresiva a la normalidad, se han establecido una serie de protocolos que garanticen la seguridad de aquellas personas que acuden a los Hogares. Deberán ir siempre con sus mascarillas y habiendo solicitado cita previa por teléfono para poder ser atendidos, por lo que se recomienda a los mayores que llamen a sus centros para concretar día y hora. Una vez en el Hogar, se encontrarán con todas las medidas de protección necesarias siguiendo las instrucciones de Salud Pública para prevenir los contagios.
Programa de Promoción de la Autonomía Personal
Este semana también han empezado de nuevo las atenciones a los usuarios del programa de Prevención de la Dependencia y Promoción de la Autonomía Personal, servicios a los que ya se puede acudir en 16 de los 20 Hogares que disponen del mismo. En el territorio solo dos centros ofrecen este servicio. El hogar de mayores de Andorra que sí lo ha restablecido, y el de Alcañiz, que esperará hasta septiembre para ofrecerlo.
El resto de las acciones vinculadas a reuniones grupales, cursos o actividades de convivencia en general deberán esperar más tiempo para poder realizarse de nuevo con seguridad.
Los usuarios totales de los Hogares del IASS ascienden a más de 109.000. Miles de personas que durante el confinamiento han estado atendidas por los trabajadores de la red de hogares, que han estado atentos realizando acompañamiento telefónico para comprobar su estado de salud y detectar posibles necesidades.
Tal como ha remarcado la jefa de sección de Coordinación de Prestaciones y Programas para Personas Mayores, Ana Sánchez, «los centros han permanecido cerrados, pero con el personal trabajando, pendientes sobre todo de los mayores que viven solos, dándoles apoyo emocional y gestionando el acceso a otros recursos cuando ha sido necesario». El mantenimiento del contacto estos meses ha sido esencial para redirigir a los mayores cuando precisaban ayuda y descargar de presión en lo posible a aquellos otros teléfonos habilitados como canales oficiales de ayuda al ciudadano durante la pandemia.