La delegación de SECOT en el Bajo Aragón tiene en marcha un proyecto de formación junto al Instituto de Alcañiz
SECOT Alcañiz, la delegación de Seniors Españoles para la Cooperación Técnica en el Bajo Aragón, lleva aproximadamente un año y medio implantada en el territorio. Actualmente se compone de once miembros, empresarios jubilados que han decidido formar parte de esta organización y poder fomentar de este modo el espíritu empresarial en la zona. Ya desde sus inicios se percataron de un problema existente en el territorio: la falta de emprendedores. «Hasta ahora lo que ha hecho SECOT en Aragón y en España es hacer auditorias, dar consejos a aquellos empresarios que van a establecerse por su cuenta… Pero aquí en el Bajo Aragón encontramos que no hay emprendedores. Entonces nos dimos cuenta de que lo que hacía falta era fomentar las vocaciones empresariales», explica Miguel Ángel Gil, presidente de SECOT Alcañiz y ex directivo de Construcciones Gil. Aporta además un dato preocupante: España está en el penúltimo puesto de la OCDE en materia de empresarios.
Ante eso decidieron atajar la cuestión acudiendo al aquellos lugares desde los que según entienden nace el espíritu empresarial, los institutos, y comenzaron por el IES Bajo Aragón de Alcañiz, al que asisten jóvenes de varias localidades no solo de esa Comarca. No obstante, perfilaron todavía más esta cuestión, y se decantaron por aliarse con la Formación Profesional. «Los que se van a ir a la Universidad van a ser, o trabajadores autónomos, o los que estarán al servicio del empresario. Yo no tengo ninguna carrera pero cuando he necesitado a un ingeniero o a un abogado lo he contratado», explica.
Desde el SECOT pusieron también en marcha un sondeo sobre las intenciones de jóvenes y adultos en cuanto a ser empresarios. Los datos recopilados fueron cuanto menos llamativos. Los alumnos de Formación Profesional del IES Bajo Aragón serían empresarios por varios motivos, por «tener más autonomía», «superar retos» y «ganar más dinero»; y no serían empresarios por «demasiado trabajo», «miedo al fracaso» o «por una excesiva responsabilidad». ¿Cuál es la conclusión que podría extraerse? «No es que no tengan ganas de ser empresarios, sino que no los motivamos, no trabajamos el fomentar bien las vocaciones profesionales», asegura rotundamente Gil.
Una vez SECOT Alcañiz tuvo esta información sobre la mesa pasaron a la acción y a la concreción de proyectos en el territorio. «A raíz de esto me pongo en contacto con el director de Formación Profesional del IES y les propongo crear una empresa ficticia dentro del instituto formada por jóvenes y dedicada a la albañilería prefabricada». A la primera reunión acudieron más de 40 personas, que pasaron a ser 20 en la segunda y han acabado siendo tres: Uriel Gil, Victor Mur y Daniel Celma. Y como señaló Gil, casualmente ninguno de ellos es de Alcañiz.
Este proyecto ya está en marcha, los estatutos de Albañilería Prefabricada del Bajo Aragón S.R.L.S. están aprobados y a principios del mes de marzo tuvo lugar la reunión del Primer Consejo de Administración.
No obstante si la «empresa ficticia» obtiene un buen resultado el siguiente paso sería convertirla en una empresa real, dándola de alta en el Registro de la Propiedad. «¿Sabes lo que se necesita cuando quieres montar una empresa? Un cliente», comenta riendo Gil. Todavía no se ha concretado, pero el presidente de SECOT Alcañiz ha iniciado contactos con el Ayuntamiento de Alcañiz para informarle de los servicios que podría ofrecer esta empresa. Además, está previsto que les cedan una nave en el polígono industrial para poder llevar a cabo su labor educativa. «No obstante, si no sale bien y la empresa al final no funciona los chicos no lo han perdido, habrán ganado unos conocimientos que les van a ir muy bien», asegura Gil.
Esta sinergia SECOT-Instituto es algo que pretende exportarse a otros centros del territorio, concretamente a los de Andorra, Valderrobres y Caspe, para poder seguir avanzando en cuanto al trabajo con los más jóvenes.
Otros proyectos
No obstante, este proyecto de «empresa ficticia» no es el único en el que están trabajando desde SECOT Alcañiz, hay otros dos más. El primero sería crear una bolsa de empresarios de en torno a 60 años que no cuenten con relevo generacional para sus empresas. La idea es formar en el IES a jóvenes para que puedan continuar con esta labor, de esta manera los SECOT y el jubilado guiarían al joven en el viaje.
En segundo lugar desde SECOT plantean también la creación de la «Asociación Alcañiz Emprende». Se trataría de una organización en la que podrían apuntarse jubilados locales, políticos retirados de todos los bandos y empresarios en activo. La idea es extraer ideas que poder implantar en el IES y además «intentar influir en ciertas políticas locales, pero siempre desde la colaboración».
El balance que hace el presidente de SECOT Alcañiz es positivo, pero no niega que se ha encontrado con serias dificultades en este camino, pero prefiere quedarse con el trabajo avanzado. «En cuanto al proyecto que tenemos en marcha estoy satisfechísimo. Estoy muy agradecido a los profesores porque si ellos no quisieran no haríamos nada», asegura.
Gil insiste en la importancia de los aprendizajes de estos empresarios senior para poder avanzar como sociedad. «Hacemos falta para acompañarles en el viaje. A estos chicos hay que enseñarles muchas cosas que enseña la vida y que no aparecen en los libros», recalca.