Una sesión de pulso y púa con piezas de todas las décadas dio por inaugurada la programación.
Mucho humor derrocharon los vecinos de Torrevelilla en el inicio de su Verano Cultural. El fin de semana dejó un poco de todo pero, sobre todo, mucha implicación.
Uno de los platos fuertes de la jornada fue el concierto de la tarde del sábado, una propuesta que subió al escenario a más de una treintena de músicos procedentes de varios lugares.
Las tablas del pabellón multiusos albergaron un concierto de instrumentos de pulso y púa formado por músicos de la Escuela de Santa Isabel (Zaragoza), con la colaboración del Bajo Gállego y de Andorra. La dirección corrió a cargo de Sergio Aso y no defraudaron. Precisamente esta unidad de tantos músicos de tantos lugares le valió el nombre de «Juntoncico».
Interpretaron piezas de todas las épocas y estilos. Desde «Camino Soria» de Gabinete Caligari, hasta «Mil campanas» de Alaska y Dinarama pasando por «Despacito».
La tarde deparó sorpresas, ya que de elegir la música se encargó un variopinto cuarteto de vecinos ayudándose de una gramola. Cada uno representó a un estilo diferente, así que no faltaron las 'discusiones' para elegir qué época es la mejor y qué estilo es «música de verdad».
El deporte, protagonista
El concierto llegó precedido por una marcha cicloturista, una cita que alcanzó su duodécima edición, y por la comida popular. Las bicis regresan el sábado con el XXII Trofeo Infantil Club Ciclista Torrevelilla. Por la tarde seguirá el deporte con el III Triatlón Club Ciclista Torrevelilla.
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