Se abrirá una zanja perimetral revestida de ladrillo y se inyectará un material impermeabilizante contra la humedad.
A finales de mes está previsto que comiencen las obras en la ermita de San Antón de Híjar y se alarguen cuatro meses. Las actuaciones se centrarán en lo más urgente, que no es otra cosa, que la consolidación. El deterioro del edificio es evidente, en gran parte, debido a la humedad.
Para ello, una de las medidas que se tomará será la apertura de una atarjea perimetral. Es decir, una zanja que se revestirá de ladrillo. «Estaba prevista para el interior del templo pero la aparición de los restos arqueológicos ha provocado que se haga fuera», explicó José Luis Soro.
El consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda de la DGA visitó el miércoles Híjar en el mismo viaje que también incluyó Alcañiz. Avanzó que se inyectarán materiales impermeabilizantes para atajar el problema de capilaridad y que la humedad vaya en ascenso.
Las actuaciones de urgencia seguirán en zonas verticales que presentan grietas «muy importantes» provocadas por esa capilaridad. También en la estructura, en el coro, en los arcos fajones y contrafuertes. «Se ven a simple vista las grietas justo donde apoyan los travesaños de madera y hay que eliminar peso», analizó Soro.
Cabe destacar que las catas previas realizadas a comienzos de año revelaron la existencia de importantes vestigios. En el Congreso Internacional de Patrimonio Judío impulsado por el Centro de Estudios del Bajo Martín en octubre de 2016, se puso de manifiesto la necesidad de realizar catas por dos motivos principales. Por un lado, para evitar la pérdida de elementos de importancia en la restauración y, por otro, para certificar que la ermita se erige sobre una antigua sinagoga.
Las pruebas no solo desvelaron la presencia de los restos de época judía, también, parte de un asentamiento romano del que no se tenía constancia.
«Esto no ha terminado, más bien acaba de empezar. Los restos se preservarán y, una vez preservados y documentados, tendremos tiempo de estudiar lo hallado porque, sin duda, es un patrimonio muy interesante pero lo primero es consolidar», aseguró. Señaló aspectos como el artístico, el arqueológico y el turístico.
En este sentido, el alcalde de Híjar, celebró la buena marcha del procedimiento tras «el fallido intento del año pasado». Destacó que «se ha demostrado que hay restos judíos y nos da un valor añadido a lo que teníamos en cuanto a proyección turístico-religiosa, un nicho de turismo que está por explotar en nuestra provincia», dijo Luis Carlos Marquesán.
Vestigios de relevancia internacional
Los restos hallados tienen relevancia internacional. Provocaron la modificación de una parte del proyecto que «en ningún caso repercutirá en la dotación económica, al contrario, siempre es una alegría ir recuperando parte de nuestro pasado colectivo», comentó el consejero. La actuación se llevará a cargo de los fondos FITE y, en las obras se invertirán unos 329.621 euros a lo largo del año.
Las catas, dirigidas por el departamento de Soro a través de Acrótera, empresa especializada, sacaron a la luz varios elementos de relevancia internacional.
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