Alcañiz pone sobre la mesa la sesión «Cuestionando el Lenguaje Cotidiano: ¿otra forma de violencia?»
Cada palabra y cada gesto cuenta en todo en esta vida, y si de alcanzar la igualdad se trata, todavía cuenta más. Conscientes de ello y con el objetivo de trasladarlo a la población y generar un necesario debate, el Ateneo Socialista organizó en el Liceo de Alcañiz la sesión «Cuestionando el lenguaje cotidiano». Actividades de este tipo tienen como objetivo «acercar la política a la calle y debatir acerca de los temas sociales».
En la tarde noche del viernes, cuatro mujeres del ámbito de la comunicación y la educación analizaron de qué forma los actos cotidianos y el lenguaje pueden ser otra forma de violencia.
Elvira Burgos, profesora de la Universidad de Zaragoza y referente internacional por sus estudios de identidad y género fue la primera en intervenir. Le siguió Rocío Durán, periodista y videorrealizadora de AraInfo y Marta Garú, periodista desde hace treinta años en Sucesos en Heraldo de Aragón. Susana Mene, profesora y militante socialista, moderó la sesión. Yendo al origen del movimiento empezó la sesión. «Si el feminismo no se vive y se siente, no se llevará a cabo», dijo Burgos que arrancó realizando un análisis de la sociedad en la «que hay que dejar de usar el masculino genérico, algo que se no se hace por falta de voluntad». Pasó de lo general a lo concreto, la parcela en la que ubicó la esencia. «Si una persona es feminista se ve en sus gestos, su manera de hablar, en cómo trata a la gente y ahí, en lo cotidiano, debemos trabajar más porque también es dónde más nos relajamos».
La visión desde el ámbito de los medios comenzó con Rocío Durán, que basó su ponencia sobre cuatro ejemplos de noticias elaboradas por ella en las que la mujer es la protagonista. «Es necesario emplear lenguaje inclusivo pero también que la noticia sea inclusiva en sí misma», dijo. Cuatro historias en las que se habla de mujeres poderosas y decididas y en cualquier caso, denunciantes o agredidas. Cabe destacar que Durán fue reconocida el año pasado en los II Premio de Investigación en Estudios de Género del Grupo 9 de Universidades por su Trabajo Fin de Máster «La violencia en el cine feminista. Una aproximación a través de los conceptos de Judith Butler vulnerabilidad y resistencia».
Marta Garú tomó el testigo repasando la evolución en la manera de los medios de contar las noticias sobre violencia machista especialmente en la sección de sucesos, en la que ella es especialista. «Os parecerá que no pero algo hemos avanzado. Hace nada era algo que airear en casa porque además, hasta hace 40 años, existía la Ley del Adulterio que se aplicaba a la mujer», comentó. «Referentes femeninos solo estaba Margarita Landi en El Caso que era estupenda pero generalmente los que escribían las crónicas eran hombres y se leían barbaridades».
La sesión suscitó el buscado coloquio y debate entre el público. Se habló de la Ley de Violencia de Género, de los mensajes que llegan a través de Publicidad o de redes sociales. También se lanzaron ideas, como por ejemplo, proponerse el esfuerzo de ir aplicando cambios poco a poco en el día a día como apuntó la profesora Burgos, cuidando con esmero la parcela de lo cotidiano.
Una ciudad más feminista
Susana Mene llegó a Alcañiz hace dos años desde Zaragoza donde es Secretaria de Igualdad de la Agrupación San Braulio. «Es una de las agrupaciones del PSOE más grandes de Aragón y al venirme aquí pensé que tenía la obligación moral de hacer algo por contribuir a que Alcañiz sea más feminista», dijo. Compagina la localidad con Zaragoza donde continúa con su cargo en la agrupación. A Alcañiz le llevó su profesión de maestra hace dos años a la Primaria del CEIP Juan Sobrarias y dice que cada día aprende de sus estudiantes.
En clase comenzó a aplicar cambios al emplear el masculino y el femenino por igual en lugar de solo el masculino genérico. «Probé y mi sorpresa fue que me vinieron dos niñas a darme las gracias porque por primera vez se sentían incluidas en clase», contó. La última vez fue hace unos días, cuando un niño reprendió a los compañeros que se rieron de una chica cuando contó que ella practicaba fútbol. «Yo no tuve ni que intervenir, él les dijo que su hermana también juega a fútbol y, además, mejor que él. Lo más positivo es que lo dijo con una naturalidad y una inocencia que nos falta a los adultos», reflexionó.
Ya que pretenden ser tan exquisitos, respetuosos, y que no seamos ni hombres ni mujeres sino personas,pues que devuelvan la presunción de inocencia robada por ley a los hombres, que cese la discriminación sexista ante la ley a los varones heterosexuales, que dejen de existir tribunales de excepción especializados con «perspectiva de género» contra toda persona nacida varón heterosexual, en definitiva que los varones heterosexuales dejen de ser perseguidos por ley y sean tratados como personas. Que las personas no se enfrenten a la ley como culpables dependiendo de lo que tienen entre las piernas, sino que sean tratados con esa misma extricta igualdad. O al menos que sean tratados como personas, no como un problema a extinguir.
Los hombres no son malos,ni los negros o los blancos o los amarillos,o los homosexuales..ningun colectivo. Son malos única y exclusivamente las personas que son malas. Y nadie nadie debería pagar por los delitos cometidos por algunos de su mismo sexo, su misma raza, su mismo color de piel tal como se está haciendo en las leyes de género contra el varón heterosexual. Culpable de un delito solamente es aquel que lo comete. Nunca los hombres las mujeres los blancos o los negros. Esto debería ser muy fácil entender.
Mientras tanto este tipo de medidas y planteamientos,con las leyes de género que se han creado contra los hombres son un terrible insulto o una broma macabra para quiénes están siendo pisoteados por la leyes de género, que no son solo los hombres sino abuelas niños padres hijos hermanas etcétera. Esto es lo que ocurre cuando no se respetan los derechos humanos fundamentales de igualdad ante la ley y no discriminación que debería proteger nuestra Constitución. Esta medida es un insulto más de los que cada día presenciamos y de la infinita hipocresía de la clase política mientras no se quiera mirar a la terrible injusticia del derecho penal de autor que se ha aplicado a toda persona nacida de sexo varón en las leyes de género.
La barbaridad de aplicar castigos colectivos y gravísimas discriminaciones por delitos individuales