El Salud solo se hace cargo del equipamiento de los centros de salud, un «agravio» para el resto. Si los ayuntamientos no adquieren los aparatos necesarios, sus centros médicos se quedan sin ellos
Los pueblos pequeños denuncian un nuevo agravio comparativo en materia sanitaria. Mientras que el Gobierno de Aragón se hace cargo por completo de los centros de salud no ocurre lo mismo con los consultorios médicos, en los que solo se responsabiliza del personal y del material básico desechable como gasas o inyecciones. El resto debe ser asumido por los Consistorios. Tanto las facturas de los servicios del consultorio (agua, luz, ADSL,…), que siempre se sitúa en un local municipal, como del equipamiento del mismo. Pagan desde el mobiliario u ordenadores hasta útiles médicos como un electrocardiograma, el oxígeno de repuesto e incluso algún fonendoscopio.
Los alcaldes denuncian que deben asumir los gastos de un servicio, el sanitario, cuya competencia es autonómica. El sector de Alcañiz cuenta con 12 centros de salud en Alcañiz, Alcorisa, Andorra, Calaceite, Calanda, Cantavieja, Caspe, Híjar, Maella, Mas de las Matas, Muniesa y Valderrobres. En el resto de localidades, la gran mayoría y con una capacidad económica mucho menor, solo tienen consultorios médicos.
Esta situación se agravó en 2011 cuando el Gobierno de Aragón, PP-PAR, decidió suprimir una línea de ayudas autonómicas para los consistorios para la compra de material médico que el PSOE tampoco ha recuperado ahora.
Los municipios, aunque reivindican esta situación constantemente en los Consejos de Salud del sector, se muestran resignados. Si no se hacen cargo de la compra del material, sus consultorios se quedan sin un material que puede salvar la vida de sus vecinos en una situación crítica como es el caso del desfibrilador.
Sin embargo, el Ayuntamiento de Castelserás se ha plantado al considerar que los consultorios «son responsabilidad del Salud porque la sanidad es una competencia sanitaria». «Me escribió el médico y me citó a una reunión el coordinador de zona pero nosotros no debemos asumirlo, es una competencia autonómica», afirma Goni. El médico titular del consultorio médico de la localidad, José Antonio Calvo, lleva un año reclamando al Consistorio que realice varias compras sin éxito. En la última carta, con fecha del 13 de enero, pedía la reparación o reposición del electrocardiograma (averiado y obsoleto) y las palas del desfibrilador adulto y pediátrico (caducadas). «Este aparato podría salvar una vida, necesitamos que nos sustituyan las palas. Tan solo cuestan 40 euros», explica Calvo.
En cambio, en Torrevelilla sí que llevan años invirtiendo en renovar el material de forma consensuada con el médico. «DGA tiene los consultorios totalmente dejados. No es nuestra función pero no nos podemos arriesgar a que a un vecino le ocurra algo por no tener el material necesario», explica su alcalde, Carlos Martín. Hace poco sustituyeron los dos ordenadores para que no se pierda tiempo de consulta, hasta 20 minutos, esperando que se encienda o conectando a internet. Martín recuerda que adquirieron por casi 2.000 euros el electrocardiograma , que repararon el año pasado por 300.
En la misma situación se encuentran en Aguaviva. En su caso adquirieron el año pasado un electrocardiograma y para este año tienen previsto comprar un desfibrilador. «Estamos a pocos kilómetros de Mas de la Matas donde el Salud asume todos sus gastos porque es un centro de salud y aquí no quieren ni suministrar el papel para el electro», comenta el primer edil aguavivano, Aitor Clemente.
Donde aún están pensado si hacer frente a la compra de un aparato de electrocardiograma es en La Cañada de Verich. «No lo hemos decidido pero al final habrá que comprarlo porque no vas a perjudicar a los vecinos», dijo el alcalde, José Manuel Ínsa, que recordó que se han llegado a hacer cargo incluso de la compra de los fonendoscopios. «Nos tienen abandonados. Cuanto más pequeño es el pueblo, de más cosas nos tenemos que hacer cargo cuando en los sitios donde tienen centro de salud esto no pasa», recriminó. Ínsa, que pertenece al Consejo de Salud de Alcañiz, aseguró que terminar con este agravio es una de sus batallas. «Me reconocen que tengo razón pero que no hay otra solución. Quería que pagásemos hasta la bombona de oxígeno, que son 600 euros al año», criticó y se dirigió a la administración. «Nosotros se supone que nos encargamos del edificio y mantenimiento, y la DGA de poner al personal y este verano ni eso han cumplido».
Tampoco están claras las bases para el primer edil de La Ginebrosa, que en dos años de mandato todavía no se ha visto en tesitura. «Se supone que no estamos obligados pero si me piden algo, ¿qué hago? Si lo deniego va en perjuicio de mis vecinos. Es complejo», dijo Miguel Ángel Balaguer.
El alcalde de Torrecilla de Alcañiz, Joaquín Lorenzo, que lo último que le han pedido es un ordenador, recordó las ayudas que se dejaron de asignar hace más de cinco años. «Antes había una línea a la que te podías acoger y se subvencionaban una parte. Ahora estamos un poco perdidos con este tema y lo que inviertes por adelantado nadie lo repone aunque no sea tu competencia», dijo.
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