Los agentes de Criminalística de los diferentes departamentos de Identificación, Química, Biología, Infografía y Balística de Madrid han acreditado y confirmado este viernes por la mañana en la quinta sesión del juicio contra Norbert Feher por el triple crimen de Andorra que tanto Víctor Romero como Víctor Caballero recibieron disparos por la espalda y que Romero, como ya quedó acreditado este jueves, recibió uno de ellos a quemarropa, es decir, a cañón tocante. Al huir, el criminal pisó el chaleco de Caballero. Por su parte, Iranzo recibió los dos tiros a una distancia de entre 0,35 centímetros y 1,5 metros. El primero, tal y como quedó probado este jueves por los forenses, le perforó el corazón y le causó la muerte pese a que pudo dar unas zancadas hasta llegar a la salida de su finca y desplomarse con un segundo disparo en el brazo.
Atendiendo los informes de balística, Feher disparó a las armas de los dos agentes de la Guardia Civil cuando todavía no estaban empuñadas -permanecían en sus respectivas fundas-. A Romero le inutilizó la pistola aunque a Caballero no. Cuando consiguió abatirlos, las robó.
Todas estas pruebas contradicen la declaración del acusado, Norbert Feher, el pasado lunes, cuando aseguró que disparó a los guardias civiles de frente y. además, en defensa propia, del mismo modo que a José Luis Iranzo. También dijo que no había tocado los cuerpos y que ni siquiera se había acercado.
Los agentes de Escena del Crimen de Madrid han reconstruido los hechos en un escenario virtual que todos los asistentes han seguido con interés. Han recreado las trayectorias de todas las balas en los cuerpos de las víctimas (representadas con avatares), las posiciones de las mismas y del asesino y todos los detalles que se conocen atendiendo a los informes oficiales que recoge el sumario.
Otros compañeros del mismo servicio han explicado cómo fueron las inspecciones oculares de los escenarios de los asesinatos y de los dos vehículos implicados, el Terrano de los agentes ROCA y el Mitsubishi Pickup de José Luis Iranzo. Han destacado que fueron requeridos para este caso en la madrugada del 14 de diciembre y que llegaron a Andorra a las cinco de la mañana. Cuando amaneció, recogieron los casquillos, muestras de ADN, isotopos de las manchas de sangre… Lo hicieron debidamente vestidos con sus equipos de protección para «no contaminar los escenarios ni las pruebas».
A preguntas de los letrados para saber si esta recogida minuciosa de indicios se podría haber practicado en Albalate tras los dos intentos de homicidio nueve días antes, han reconocido que todas las comandancias «tienen medios» para realizar este tipo de inspecciones exhaustivas y que a ellos se les requiere apoyo siempre que son casos nacionales con «especiales condiciones» o de «repercusión mediática».
No se tomaron muestras de ADN hasta después del triple crimen
A lo largo de la jornada de este viernes también ha quedado claro que la munición italiana con la que Feher disparó en Albalate con la intención de matar a dos personas nueve días antes del triple crimen no fue suficiente para que la Guardia Civil se pusiera en contacto con las autoridades italianas de cara a saber más sobre la persona que había perpetrado los dos intentos de homicidio. La Policía Judicial ni siquiera tomó muestras de ADN en el masico albalatino, o al menos no consta según se ha podido comprobar a lo largo de la vista por la que se juzga a Norbert Feher por el triple crimen de Andorra desde el lunes.
Después del triple asesinato, sin embargo, en la inspección que se realizó en el mas de José Luis Iranzo y según han explicado este viernes los agentes de Biología de Madrid, sí se tomaron muestras de ADN que, una vez cotejadas con las autoridades italianas, coincidían con la persona que había asesinado en abril de ese mismo año, 2017, al camarero Davide Fabbri y al guardia Valerio Verri en la provincia de Ferrara (Italia). Con la misma pistola que mató a Fabri, intentó matar a los vecinos de Albalate y asesinó a los guardias civiles bajoaragoneses.
Feher dejó su ADN en la ventana que rompió para acceder a la vivienda del mas de Iranzo el 13 de diciembre. Si dejó más muestras tanto en el mas de Albalate como en el resto de fincas y huertas en las que entró desde el 5 de diciembre hasta el 14 no se sabe porque no se investigó.
Los chalecos antibalas
En el caso de Romero, los investigadores han asegurado que el chaleco que llevaba, que era de su propiedad, «cumplió con su cometido» y aguantó los disparos que fueron dirigidos a las zonas protegidas por la prenda. En el caso de Caballero, sin embargo, ha quedado evidenciado que «no era de su talla». «El chaleco no estaba bien colocado, pero no sabemos si es porque no estaba correctamente ajustado por la talla o el qué», han detallado. «Creemos que el chaleco de su tallaje tampoco le hubiese salvado de los impactos que recibió en las zonas de fuera del chaleco«, han opinado. No obstante, había dos proyectiles en las zonas que el chaleco debía haber protegido.
El juicio se retomará el lunes a las 9.30 y el objetivo es terminar con las testificales que no se han podido atender esta semana. Después, la Fiscalía y todos los abogados defenderán sus informes y la previsión del juez es comenzar el martes con el veredicto.
En todo proceso judicial, cuando terminan las declaraciones, el presidente del jurado y los abogados de las partes elaboran el ‘objeto del veredicto’ que es un cuestionario con preguntas par que los miembros del jurado decidan sobre las posibles eximentes y agravantes del caso. Una vez listo el objeto del veredicto, se entrega al jurado y comienza la deliberación.