La crisis sanitaria del coronavirus podría afectar a más de 9.000 empleos en Aragón, según la primera valoración que ha hecho Cepyme. Además, podría provocar un impacto directo del 0,9% sobre el PIB aragonés y del 1,6% si se incluyen los efectos indirectos.
Son datos alarmantes que se unen a las duras declaraciones del propio presidente de Aragón, Javier Lambán, el domingo, que reconoció que la situación es similar a la de una guerra y de que nos llevará a un «pozo económico» del que solo se saldrá con «unidad». Realizó estas declaraciones después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comunicara a los líderes de las comunidades autónomas que se prolongará el estado de alarma hasta el próximo 11 de abril.
En lo que respecta a las medidas económicas, Lambán pidió a Sánchez que los pequeños empresarios no tengan que demostrar que han perdido el 75% de su facturación para declarar el cese de actividad y acceder así a la prestación económica y que «reavale» a Avalia para que las empresas aragonesas puedan tener acceso a este tipo de apoyo económico.
El líder aragonés realizó estas demandas en pleno proceso de presentación de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por parte de las empresas aragonesas. El viernes, la Dirección General de Trabajo del Gobierno de Aragón comunicó que estaba tramitando ya un total de 264 expedientes, que afectan a 3.307 trabajadores. Se prevé que, con la ampliación del estado de alarma, la solicitud de ERTE aumente esta misma semana.
Cabe destacar que de esos expedientes, 198 corresponden a la provincia de Zaragoza (con 2.951 empleados de empresas afectados), 60 a la de Huesca (273 afectados) y seis en Teruel (83 afectados). De los 264 expedientes en tramitación, 246 son por fuerza mayor, es decir, causados por las pérdidas de actividad como consecuencia del Covid-19, incluida la declaración del estado de alarma.
El estudio de Cepyme
Según el estudio que ha impulsado CEPYME en colaboración con CEPREDE y de manera estimada, la contención de la actividad derivada de la crisis del Covid-19 podría afectar a 9.421 puestos de trabajo en Aragón. Estas cifras sitúan a Aragón en la parte media de la tabla, ya que Cataluña abarcaría la mayor destrucción de empleo con más de 60.000 puestos, dado que es una región en la que el comercio, hostelería y servicios empresariales son los principales motores, seguida de Madrid con algo más de 52.000 puestos destruidos.
CEPYME recalca que estos datos ponen de manifiesto el grave impacto que esta crisis sanitaria puede provocar en la economía aragonesa. «Si se prorroga esta situación, pymes y autónomos, sin duda, se verán seriamente resentidas», dice la organización empresarial. CEPYME Aragón hace una llamada de atención al Gobierno para que «plantee soluciones a la economía real y no a la economía de despacho».
A nivel nacional el estudio estima que en 2020 se supondría prácticamente un estancamiento de la economía española y podría llegar a suponer la pérdida de unos 300.000 empleos. A la contención en el consumo privado, habría que añadir la posible paralización de los procesos inversores, como consecuencia de una mayor incertidumbre, junto con la caída de las exportaciones, inducida por la reducción de la actividad a nivel mundial y los posibles efectos de las fuertes caídas registradas en los mercados financieros.
La automoción pide flexibilidad
Las demandas de los diferentes sectores productivos se hacen visibles conforme pasan los días. Ayer, los proveedores de automoción reclamaron flexibilidad en la aprobación de ERTEs por fuerza mayor y unidad de criterio en todas las comunidades autónomas. «Solicitamos al Gobierno que los ERTEs por fuerza mayor de los proveedores de automoción sean aceptados en vista al cierre que han sufrido sus clientes finales, las plantas de fabricación de automóviles, tanto en España como en el resto de la Unión Europea, que han parado su actividad debido a las roturas de stock que ha provocado la interrupción de la cadena de suministro. Si un solo proveedor, independientemente de su tamaño, no provee en tiempo y forma a una planta de fabricación de vehículos paraliza también al resto de proveedores que suministran a esa misma planta», informó ayer la Asociación Española de Proveedores de Automoción.
No es el primer sector que manifiesta sus críticas a las medidas económicas del Gobierno. La Federación de Empresarios del Metal de Zaragoza manifestó su «decepción» por el bloque de medidas aprobado la pasada semana.