Aumentan las explotaciones para autoconsumo, pero se estanca el número de productores
La agricultura ecológica en Aragón se recupera poco a poco tras cinco años a la baja. Por primera vez en el último lustro crece el número de hectáreas cultivadas, que asciende a 53.585, 400 más que el año anterior. Mientras tanto, en el Bajo Aragón Histórico el número de operadores y la extensión de los cultivos permanece estable. La falta de implicación de la Administración Pública, los costes de certificación o la falta de transformadores y distribuidores son algunos de los motivos que aluden los productores del territorio para explicar esta situación. Aunque sí se ha experimentado un aumento de las explotaciones familiares bajoaragonesas destinadas al autoconsumo, que demandan cada vez más formación en cuestiones como la fabricación de abonos o tratamientos fitosanitarios sin químicos, tal y como reconocen desde la Asociación de Productores de Agricultura Ecológica del Bajo Aragón, Aproeba.
«En el último año hemos registrado a tres socios más, pero los cultivos ecológicos están bastante estancados en la zona», comentó Rafael Peralta, presidente de Aproeba. Uno de los razones estaría en la falta de ayudas en Aragón con respecto a otras comunidades como Andalucía, con mucho tirón en superficie ecológica. Existe una línea de ayudas agroambientales dentro de la PAC, pero para los productores turolenses cuenta con los mismos problemas que las subvenciones genéricas: el agravio comparativo entre provincias y comunidades autónomas. «Una de las cuestiones que se debería mejorar es la cuota fija anual de certificación que se paga, que no tiene en cuenta el número de hectáreas, por lo que para pequeños agricultores es inasumible», añadió Peralta.
En la misma línea de pronunció José Miguel Sanz, presidente del Comité de Agricultura Ecológica de Aragón. «La crisis ha hecho que se reduzcan las ayudas específicas y también los precios del cereal -el principal cultivo ecológico de Aragón- han sido muy cambiantes, algo que ha perjudicado», remarcó Sanz. Más allá del cereal, el olivar y los frutos secos son los cultivos ecológicos predominantes en el Bajo Aragón. En el territorio se ubican en torno a 2.000 y 1.000 hectáreas respectivamente.
Proyectos consolidados
Mientras tanto la demanda de productos ecológicos experimenta un notable aumento a nivel nacional. Solo en Cataluña y según datos de Mercabarna, el gasto entre los catalanes ha pasado de 40 a 80 millones durante este año. «Partimos de un nivel prácticamente cero, por lo que es sencillo que crezca, pero no estamos al nivel europeo», matizó el presidente del Comité Aragonés.
Ante esto, los proyectos del territorio aumentan sus interacciones con el exterior y se consolidan en el territorio. Uno de ellos es Productos Ecológicos del Matarraña, Proecmat. «Todas las semanas nos desplazamos al mercado agroecológico de Zaragoza y sí que hay cada vez más interés», explicó Bernardo Funes, que hace unos 10 años creó esta empresa familiar, que cultiva y elabora en Valdeltormo zumos, patés, mermeladas, encurtidos, almendra tostada, vino, aceite… «Hace falta más implicación de las administrciones para que más proyectos así salgan adelante. Nos encontramos con una burocracia excesiva», reiteró Funes, cuya empresa es pionera en la zona, ya que no está focalizada en un único producto. Otra de las iniciativas más consolidadas es la de la cooperativa La Calandina, que desde 2006 muele aceite procedentes de olivas cultivadas en producción ecológica. O Frutos Secos Alcañiz, que comercializa almendra en grano, repelada o frita en ecológico.
Entre los proyectos más recientes se encuentra el de La Huerta en Casa, de Mas de las Matas. Desde hace seis años, Manuel Riba distribuye él mismo sus productos ecológicos sin intermediarios y en pequeñas cantidades y a través de internet, vendiendo sobre todo en el Bajo Aragón Histórico y Castellón.