El Santuario de Monserrate de Fóronoles volvió a ser este domingo el centro de la devoción de los vecinos en su tradicional romería de Santa Mónica. Pese a que la festividad se celebra cada 4 de mayo, es el segundo fin de semana del mes la fecha reservada para este ritual centenario. La paz que inspira el lugar podía incluso respirarse entre sus estructuras, gran parte de ellas en ruinas, pero el pequeño altar habilitado para la imagen de la Virgen, las cuidadas flores que riegan regularmente los vecinos y las velas encendidas daban cuenta de la resistencia frente al abandono. Cumpliendo con la tradición cerca de un centenar de personas celebraron una eucaristía en el patio interior de la ermita, transportaron la reliquia cantando los emblemáticos Gozos de la Milagrosa Imagen y llevaron a cabo la tradicional bendición de los términos, para posteriormente disfrutar al aire libre de una comida de hermandad.
A pesar de su mal estado, los fieles devotos a la cita continúan año a año participando en el ritual más legendario de la comarca del Matarraña, una romería que tiene más de 500 años de antigüedad. «Todos los años acudimos a la fiesta. Venir a ver a nuestra Virgen es un sentimiento único», dan fe unas de las hijas del pueblo, que acuden especialmente en esta fecha destacada desde Zaragoza y Alcañiz. Otros regresan al pueblo también desde comunidades limítrofes, donde residen. «Venimos con nuestras flores y nuestras plegarias, le damos las gracias y le pedimos favores. Esta Virgen es muy milagrosa», remarcan.
Este año había mucho por lo que pedir, ya que la acuciante sequía está devastando los campos. Tampoco faltó la reivindicación de su «urgente» restauración. Con «pena y pesar» los vecinos comprobaron una vez más que incluso puede resultar «peligroso» albergar el acto entre los muros del complejo arquitectónico. «Este año casi no pudimos abrir las puertas principales. Lo hicimos con unas palancas. Está todo muy deteriorado. El santuario se está hundiendo», denunciaron los presentes, conscientes de que hace falta una gran inversión para restaurar la edificación. «Mi padre era de aquí, falleció hace tres años. Jugaba a la primitiva todas las semanas y su único objetivo era que le tocase para usar el dinero en su rehabilitación, algo que nunca se cumplió», cuenta Pilar Latorre, hija del pueblo, lo que denota hasta qué punto los lugareños quieren este singular rincón, remanso de recuerdos y nostalgia de todo lo que sus muros, ahora deteriorados, algún día fueron testigos. «Queremos que hagan algo porque si se cae del todo no habrá quien lo levante. Sabemos que el dinero está escaso pero hay que evitar que se hunda», reclamaron otras de las vecinas quienes aprovecharon para recordar los «buenos tiempos» del templo, cuando incluso llegó a albergar viviendas. «Aquí venía gente de Alcañiz a veranear, además de vecinos del pueblo que vivían durante todo el año para trabajar las tierras», recuerdan.

Más de 500 años de tradición
La romería de Monserrate esconde una peculiar historia: cuenta la leyenda que en una época de gran sequía-, el 4 de mayo de 1521-, los habitantes de 9 municipios cercanos,– Fórnoles, Ráfales, Castelserás, Valdealgorfa, Belmonte de San José, Torrevelilla, Valdeltormo, Valjunquera y Valdealgorfa-, acudieron el día de Santa Mónica, por casualidad y sin haber quedado, a rogar para que lloviese, hecho que, según la leyenda, finalmente ocurrió ese mismo día. La masiva afluencia de antaño se ha perdido en nuestros días. En la actualidad son relativamente pocos los que continúan con la tradición, en gran parte vecinos y segundos residentes de Fórnoles.
Es por eso que, además de su rehabilitación integral, el relevo generacional y la implicación de los jóvenes, también sería necesaria. «Siempre y cuando» estos tengan en un futuro donde acudir. «No tengo recuerdo de la primera vez que participé, desde siempre«, cuenta Inés Velasco, una de las pocas jóvenes presentes. Su abuelo fornolino de nacimiento le inculcó el cariño por el santuario y la Virgen y aunque vive y estudia en Zaragoza, no falla a la cita «ningún año». «Somos casi todos descendientes y por eso mismo hay que intentar mantener lo que dejaron nuestros abuelos. Además podemos disfrutar de una comida con nuestras cuadrillas y de la naturaleza», remarca. Ella tiene claro el «gran esfuerzo» de la gente del pueblo por recuperar la reliquia que se perdió en la guerra. Su bisabuela fue una de las personas que donó monedas de plata para poder crear la réplica ahora venerada. «Habiéndose quedado viuda con dos hijos sacó dinero y donó la plata para poder fundirla y crear la Virgen, que es de los vecinos», cuenta orgullosa.

Necesidad «urgente» de actuar
El pasado año Arzobispado de Zaragoza y Ayuntamiento alcanzaron el acuerdo de traspasar la propiedad de gran parte del santuario al ente municipal, un cambio de titularidad que permitirá tomar la iniciativa a la hora de restaurar el conjunto monumental. No obstante, la Iglesia mantiene la propiedad de la capilla gótica y varias partes anexas dedicadas al culto como la sacristía.
El hecho de contar con la propiedad abre mayores posibilidades a la hora de buscar una solución al maltrecho conjunto. «Desde el ayuntamiento estamos solicitando inversiones. Falta muchísimo por hacer, nos hemos puesto en contacto con Patrimonio», explica Trini Aguar, teniente de alcalde, quien portó la Virgen en sustitución del primer edil que no pudo acudir a la cita por motivos personales.
Hace mucho tiempo se consiguió que se actuase en las cubiertas y bóvedas del interior del claustro; sin embargo la falta de presupuesto hizo que las obras se paralizasen. Muchas otras dependencias están en ruinas y con acceso restringido por los peligros que acarrean. Los temporales Gloria y Filomena agudizaron los graves daños que sufre el templo.
El acceso desde la N-232 a este paraje es excelente y el Ayuntamiento lo suele abrir para la celebración de Santa Mónica o el Lunes de Pascua. El Santuario de Monserrate fue construido en el segundo cuarto del siglo XIV. Tiene en su fachada los canecillos más destacados de todo el Matarraña. Lo más sobresaliente de esta ermita son las figuras de la portada formada por cinco arquivoltas, apoyadas sobre frisos de capiteles. En este conjunto hay una iglesia, un claustro cercado de diferentes dependencias y un pozo. Cabe recordar que durante más de dos décadas los sucesivos consistorios fornolinos han intentado involucrar a las instituciones para la rehabilitación y preservación de esta joya arquitectónica y patrimonial, de momento sin éxito.
Vergüenza tendría que dar a las autoridades públicas que hayan permitido el estado actual que presenta. Una ermita que el año pasado cumplió 500 años. Esperemos que sobre todo gracias a los esfuerzos del actual alcalde Fórnoles (Daniel Ferrer) la situación empiece a mejorar. Muchas felicidades a la autora del reportaje!!!!!!
La iglesia tiene mucho dinero ,Que lo arreglen .los ayuntamientos ya tenemos bastantantes cosas donde gastarlo el poco dinero que tenemos
me duele muchísimo que pasen estas cosas, cuando ves la cantidad de dinero que se van en otras cosas.
al final como siempre la gente del pueblo se ha de mover si se quiere hacer algo.
no esperemos nada de ninguna corporación ni estamentos.
como pasa en muchos pueblos de Teruel se tendrán que sacar las castañas del fuego los del mismo pueblo con la ayuda del ayuntamiento y no hay más.
La pena es que no está en Valderrobres. Si estuviera allí seguro que estaría restaurado y podrían disfrutarlo el resto de pueblos. Ya conocéis la regla del 1 1/17
¡Magnífico reportaje de la romería de Santa Mónica! En la lista de pueblos, que acudieron en procesión en 1521, falta La Codoñera. Los de Torrevelilla no estuvieron en la primera procesión, se sumaron más tarde al consorcio que amplió el santuario y mantuvo el culto a la Virgen de Monserrate. ¡Toda una tradición de más de 500 años está a punto de perderse y luego nos quejaremos de la sequía!.
para no perder las tradiciones , hay que cuidarlas y protegerlas. Y todos tendríamos que estar allí. Que a todos nos gusta opinar y no pisamos el pueblo para nada.
lo más bonito es que todos los que pudieron estuvieron allí como siempre.
no seamos agoreros Pedro. y luchemos por todo lo que nos importa.
no podemos vaticinar que con el paso de los años » todo «» se va perder. y sabes por qué lo digo.
un saludo a toda la gente de fornoles.
en Valderrobres creo que se formó un patrimonio con gente del pueblo y se han movido mucho para conseguir reconstruir, ermitas, castillo, etc y se han hecho donaciones de los valderrobrenses .