Ejecutivo y afectados volverán a reunirse en febrero para valorar la evolución de la enfermedad
DGA activará en los próximos días el protocolo de actuación ante la entrada de la epidemia de sarna sarcóptica que afecta a la cabra hispánica. Así se puso de manifiesto en la reunión mantenida ayer en Valderrobres entre todos los agentes afectados del territorio tras la aparición de tres cabras infectadas en los términos de Beceite y Valderrobres hace varias semanas.
Las medidas pasarán por repartir precintos -permisos- sanitarios para abatir ejemplares sospechosos realizar análisis, desde este momento y se enviará una muestra de piel y de sangre del animal a los servicios de DGA además de mantener y prorrogar el elevado número de cupos existentes. Los representantes de DGA hicieron hincapié, de cara a los cazadores, de «priorizar», en las cazas ordinarias a los machos sobre las hembras, debido a que son los primeros los que más dispersan la enfermedad.
Además se dejará la puerta abierta a ampliar sustancialmente tanto el cupo y a prorrogar la temporada de caza indefinidamente. Todo ello dependerá, explicaron, de la evolución de la enfermedad y después del compromiso alcanzado de repetir una reunión similar a principios del mes de febrero. Desde DGA se afirmó que se haría un seguimiento «exhaustivo» de las distintas poblaciones de cabras y que incluso se recurriría a drones para observar tanto a poblaciones en las que la enfermedad pueda tener una mayor incidencia como a otras que la resistan.
Sin embargo se desaconsejó el uso de pienso y sal medicalizadas por el riesgo que, explicaron, conlleva para otras especies como el jabalí cuya ingesta imposibilita el consumo humano. No obstante dejaron la puerta abierta a que cada coto pudiese aprobar distribuir medicamento.
La reunión tuvo lugar a las 16.30 en la sede comarcal y contó como ponentes con el Director General de Gestión Forestal, Ángel Berzosa; el Jefe de Servicio de Caza, Alberto Fernandez Árias y los jefes técnicos de Caza en Teruel Alfredo Ferranz y Pedro Artigot. Al acto acudieron alcaldes, representantes de los cotos de caza de toda la comarca, cazadores, ganaderos y Agentes de Protección de la Naturaleza con quien los responsables de DGA ya mantuvieron un encuentro previo.
Durante la ponencia se aportaron distintos datos de interés. Se recalcó que la epidemia no se transmite a humanos aunque sí a personas inmunodeprimidas. En el caso del ganado, añadieron, el contagio es «difícil» y fácilmente tratable. «Vamos a estar todos implicados al máximo, desde el cazador a los agentes y la administración», manifestó el Director General Ángel Berzosa.
Por su parte los cazadores se mostraron «satisfechos» por la rápida respuesta del ejecutivo autonómico aunque manifestaron sus lógicas dudas. Pese a que los ponentes expusieron que se repartirán precintos sanitarios para utilizar en caso de sospecha, los cazadores expresaron sus dudas a la hora de poder tener algún tipo de malentendido con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. «Nos preocupa que podamos matar uno, no se nos haya proporcionado el precinto todavía y se nos inicie un expediente de sanción», manifestó uno de los cazadores asistentes. Los representantes del Gobierno de Aragón hicieron hincapié en que es una situación improbable y que, en caso de producirse, no se continuaría con el procedimiento sancionador. «Estamos preocupados ante los antecedentes que se han visto en otras zonas del país. Pero estamos viendo una buena respuesta por parte de la administración», explicó Juan Manuel Batiste, asesor técnico de 10 cotos en el Matarraña quien alabó el «consenso» alcanzado tras la reunión.
Cabe recordar que en otros territorios del país la incidencia de la enfermedad ha llegado a acabar con hasta el 90% de los ejemplares existentes.