La búsqueda de una mayor integración y participación de los mayores en la sociedad continúa siendo un objetivo crucial para la DGA. Con la pandemia de la covid-19, los Hogares de Mayores se han convertido en el lugar idóneo para poder impulsar dichos beneficios. Así lo definió este lunes la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, María Victoria Broto, quien visitó las nuevas mejoras del Hogar de Mayores del Instituto Aragonés de Servicios Sociales de Calanda.
Los esfuerzos por convertir estas instalaciones en espacios de socialización para los mayores entran dentro del Plan del Mayor, eje estratégico en el que Broto hizo hincapié y que cuenta con un presupuesto de más de 450 millones de euros destinados a la mejora de la vida de la edad adulta, con inversiones en equipamiento, actividades o atención a los dependientes.
Este plan ha hecho posible que hogares como el de Calanda puedan beneficiarse de ello. «Hemos realizado una inversión de casi 40.000 euros que ha permitido la instalación de una nueva calefacción», explicó Broto. «Esta reforma que garantiza un espacio en buenas condiciones para sus más de 700 socios», añadió.
Durante su visita la consejera también otorgó un papel especial a las nuevas mejoras que se realizarán en torno al equipamiento de nuevas tecnologías del centro. «Es una renovación que me pedían los mayores, quienes saben y se interesan por conocer y poder utilizar todo lo que tiene que ver con las nuevas tecnologías. Consideramos que esta reforma es necesaria para garantizar su incorporación en en la realidad actual», añadió Broto.
Estas ayudas y beneficios, según la consejera, ayudarán a modificar la perspectiva que se tiene en torno a los hogares de mayores. «Es necesario que estos centros no se conciban como un simple lugar donde ir tras la jubilación, sino un espacio donde poder seguir aprendiendo a través de diversas actividades que los propios mayores elijan realizar», explicó Broto. «Estas personas han tenido una vida activa que deben poder continuar a través de tareas que les permitan realizarse personalmente y con sus compañeros y sitúen al centro como un referente para los ancianos de la localidad».
Estas ideas fueron compartidas por el director del centro, Alejandro Blanco, y el alcalde de Calanda, Alberto Herrero, representantes que, entre otros, acompañaron a la consejera durante su visita. «La gran labor que un centro como este realiza para la población calandina, especialmente durante este punto de inflexión a la normalidad tras la pandemia», valoró el primer edil.